Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos. Isaías 54:13
Hoy día, hay muchos padres cristianos que están perdiendo el tiempo preocupándose por sus hijos.
Hace años, mi esposa y yo notamos una influencia diabólica tratando de tomar posesión de la vida de nuestros hijos, así que un fin de semana acordamos tomar cuatro o cinco versiones de la Biblia, y comenzamos a escudriñar las escrituras y a escribir oraciones de paz con respecto a ellos. "Desnudamos" al diablo con la Palabra de Dios, y comenzamos a decir: “Gracias a Dios nuestros hijos no van para el infierno. Gracias a Dios a ellos se les enseña del Señor y grande es su paz”. En vez de preocuparnos por el problema, alabamos a Dios por la solución.
Las cosas no cambiaron al instante. Pasamos por tiempos difíciles, pero la Palabra comenzó a cambiar las cosas. Hoy, nuestros hijos le sirven a Dios de todo corazón.
Las cosas no cambiaron al instante. Pasamos por tiempos difíciles, pero la Palabra comenzó a cambiar las cosas. Hoy, nuestros hijos le sirven a Dios de todo corazón.
Si sus hijos están en problemas, no pierda el tiempo en preocuparse, empiece a hacerles creer. Haga que la Palabra obre en sus vidas. Ate al diablo con ella y dígale que él no puede adueñarse de ellos. Siga las instrucciones de Mateo 9:38: “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”, para que los envíe al campo donde les puedan ministrar a sus hijos. Dios sabe a quién oirán ellos, y también cómo llevar a esas personas a la vida de sus hijos en el momento preciso.
Eche mano de la Palabra de Dios, niéguese a darse por vencido en lo que concierne a sus hijos y, tarde o temprano, la Palabra echará mano de ellos.Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. |
2Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores, pues que a su amado dará Dios el sueño. |
3Herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. |
4Como saetas en manos del valiente, así son los hijos tenidos en la juventud. |
5¡Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos! No será avergonzado cuando hable con los enemigos en la puerta. |
Salmo 127
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