domingo, 24 de mayo de 2015

El poder del gozo

"¡Jesús quiere que estemos llenos de su gozo! La biblia dice: El corazón alegre constituye un buen remedio" Proverbios 17:22.
¡Los cristianos deberían ser las personas más felices del mundo! Piense en esto: Jesús oró: "Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos" (Juan 17:13).
¡Jesús quiere que estemos llenos de su gozo! Hebreos 1:9 dice que Dios ungió a Jesús con gozo más que a sus compañeros. Esto significa que Él era más feliz que las personas que lo rodeaban. ¡Eso es mucho gozo! Para hacernos aún más felices, Dios envió a su Espíritu Santo a nuestra vida para confortarnos. Es evidente e importante que Él quiera que seamos confortados. Pero esto se pone todavía mejor. La Biblia dice que el fruto o evidencia del Espíritu Santo, obrando en nosotros, es "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza" (Gálatas 5:22-23).

Ahí está otra vez la palabra gozo. Tenemos el gozo de Jesús y el gozo del Espíritu Santo. ¡Nos ha sido dada una doble unción de gozo! Ahora, si eso no lo entusiasma, ¿qué le parece esto?: ". . . el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo" (Romanos 14:17). O sea, un tercio del Reino es gozo. El apóstol Pedro dijo: "... creyendo en él aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso" (1 Pedro 1:8). Pero el gozo es una emoción extraña para muchos cristianos, porque los espíritus religiosos se han deslizado de forma sibilina en sus almas y les han robado la vida abundante que Jesús compró para ellos.

El gozo que no puede expresarse con palabras, frecuentemente se manifiesta con la risa. Verdaderamente, es difícil estar sumamente gozoso y no reír. La gente siempre ha sabido que la risa, la risa buena y franca la hace sentir mejor. Salomón dijo hace miles de años: "El corazón alegre constituye buen remedio" (Proverbios 17:22). Pero la medicina moderna solo estudia con seriedad, los beneficios específicos de la risa desde hace treinta años.
Muy a menudo se acredita a Norman Cousins el haber tratado científicamente, el poder sanador de la risa. Cousins era un periodista político y activista que, después de un agotador viaje a Rusia, desarrolló espondilitis anquilosante, un tipo de artritis de la columna vertebral. Casi inmovilizado por el dolor, el médico le informó que solo una persona entre quinientas se recobraba de esa enfermedad. Al oír esto, Cousins decidió tomar el asunto en sus propias manos. Con la ayuda de uno de sus médicos, diseñó un plan de tratamiento nada ortodoxo. Se mudó del hospital a la habitación de un hotel, dejó de tomar medicamentos para el dolor, comenzó a ingerir altas dosis de vitamina C, y pasó horas y horas mirando las viejas películas de los Hermanos Marx y las parodias de Candid Camera (La cámara cómica) para estimular la risa.
"Funcionó", registró Cousins en su libro "Anatomía de una enfermedad". "Hice el gozoso descubrimiento de que diez minutos de genuinas carcajadas tenían efecto anestésico, y me daban al menos dos horas de sueño libre de dolor". Después de solo unas semanas de este "tratamiento", el dolor de Cousins había disminuido lo suficiente como para permitirle volver al trabajo, y mejoró hasta convertirse en una plena recuperación.
Los científicos tienen ahora varias teorías respecto de por qué la risa alivia el dolor. Piensan que libera endorfinas, relaja los músculos o sencillamente, distrae. Todos concuerdan, sin embargo, en que Norman Cousins no fue un caso especial, porque ¡definitivamente, la risa es un analgésico!, dicen. También han descubierto que la risa hace muchísimas otras cosas para nuestro cuerpo, mente, emociones y relaciones.

La acción física de reír ayuda al cuerpo de tres maneras básicas. Primero, hace esencialmente lo mismo que el ejercicio: hace que los pulmones respiren más profundamente, que el corazón bombee con más fuerza e intervengan más músculos, mejorando así la circulación y la presión sanguínea. Segundo, relaja nuestros cuerpos y evita que nuestros cerebros produzcan las hormonas del estrés que inhiben nuestro sistema inmunológico, nos agobian y nos hacen vulnerables a enfermedades. En el año 2005, los médicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland declararon que la risa es una de las "mejores medicinas", para protegernos de la principal causa de muerte en los Estados Unidos, la cardiopatía, porque previene que el estrés deteriore la pared de los vasos sanguíneos. Y tercero, la risa activa nuestro sistema inmunológico. Los estudios han demostrado que la risa aumenta nuestras defensas naturales contra el cáncer, los virus, y los problemas respiratorios de las vías aéreas superiores.
La risa y el humor son herramientas vitales también, para crear y sostener la salud emocional y mental, lo cual, por supuesto, afecta directamente a nuestra salud física. Las muchas tensiones que experimentamos producen emociones negativas como temor, angustia y enojo, y a menos que sean procesadas mediante una liberación catártica como reír, llorar o gritar, se vuelven tóxicas para el cuerpo y la mente.

Es creciente el número de profesionales de salud mental que apoyan 
el movimiento de la "terapia de la risa", que sostiene que la risa a nivel físico no solo detiene las nocivas hormonas del estrés, sino que además estimula agentes que ayudan a luchar contra las enfermedades. En el ámbito mental y emocional, la risa no solo desvanece los pensamientos y las emociones negativas, sino que también produce emociones positivas como la esperanza y la euforia, y nos permite crear perspectivas nuevas y más optimistas respecto a nuestras circunstancias.

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