domingo, 22 de febrero de 2015

La verdadera libertad se consigue cuando la mente está libre

Frecuentemente, solemos decir: “mi pareja no me deja”, “mi jefe no quiere”, “mis amigos no están de acuerdo”... El otro me puede condicionar pero nunca me debe limitar. Tenemos que hacernos cargo de nuestra vida. Debemos cambiar la frase: “El otro no me deja” por “Yo decido”. Así somos libres para decidir nuestras reacciones y construir nuestras vidas.
La verdadera libertad se logra cuando tu mente está libre. La peor cárcel en la que puedes vivir es la presión mental, que termina siendo un obstáculo para alcanzar y disfrutar todo lo que está por venir.
Puedes ganar cientos de batallas, liberar todo tipo de fantasmas, que si la mente de esclavo sigue arraigada en tus pensamientos, todo lo que hagas tendrá los mismos resultados que obtuviste cuando estabas preso.
Moisés siendo grande, lloraba por su pueblo. Ese llanto representaba el llanto de millones de judíos. Cuando era un bebé, la hija de Faraón le pagó a la verdadera madre de Moisés para que lo criara.
El enemigo te va a terminar atacando porque vas a marcar a la gente, librándola de todas las limitaciones.
Limitación financiera: Dios protegerá mi vida de eso, habrá rompimiento en mis números mentales. Cientos de años atrás te fue profetizado que ibas a salir del problema financiero. Dios les dijo a los israelitas que les pidieran el oro a los egipcios, no solo la libertad.
gracia o libertinajeRompiendo las limitaciones espirituales: el Espíritu Santo rompe con esas limitaciones. No vas a necesitar ningún rezo ni nadie que interceda por ti, porque el Espíritu Santo va a ser quien guiará tu vida. El hijo pródigo dijo: “he pecado”; reconoció que no podía vivir sin la cobertura de Dios sobre su vida; tuvo que tocar fondo para darle autoridad al Señor. Las bendiciones son para los que le dan autoridad espiritual al Padre en su vida.
Rompimiento mental: decimos: “me quedé sola, me voy a morir, no voy a poder, la casa me agobia”. Así les pasó a los israelitas, les gustaba más el desierto y por eso la mayoría de ellos murieron allí; pero Josué y Caleb dijeron: “subamos a la tierra”, hablaban de abajo hacia arriba, de lo terrenal a lo espiritual. Los que renovamos la mente, buscamos las cosas de arriba, pues de allí viene la sabiduría, ¡de lo alto!
Debemos comprender que siempre existe una bendición para nuestras vidas, la cual todavía no capturamos porque hay algo en nuestro carácter que lo impide. Dicho de otra manera, existe algo en nuestra forma de ser que está impidiendo alcanzar algo que Dios ya nos dio. Y por eso, hasta que ese factor limitador de tu carácter no sea quebrado, no vas a poder recibir esa bendición.
Es más, si ya recibiste bendición en tu vida, aún así existe otro factor en tu carácter que te está limitando para que seas todavía más bendecido. Si eres sabio, te vas a mirar para adentro todos los días en lugar de mirar a los demás, y te vas a preguntar: “¿Cuál es el rasgo de mi carácter que está limitando mi bendición?”
¿Cuál es la enseñanza? Tienes que ir a pisar tu lugar de bendición, porque tu pisada es tu semilla, y todo lo que pises Dios te lo va a dar, y lo vas a cosechar tú o tus hijos o los hijos de tus hijos. Por eso Dios le dijo a Josué: “todo lo que pise la planta de tus pies te lo daré”.
Lo que yo me digo a mí mismo, me conduce al éxito o a la derrota.
Saúl perseguía a David para matarlo porque David había sido elegido como rey. Cuando las voces te persiguen, es porque el infierno sabe que has sido destinado para gobernar en victoria, en el nombre del Señor. Saúl nunca alcanzó a David, porque la voz del infierno nunca alcanza a los hijos de Dios; como máximo, podrán atormentarte, podrán decirte que no, podrán perseguirte, pero no te van a capturar. Nadie se hace feliz en un día, pero hay un día que sabes que serás feliz. Nadie se hace bendición en un día, pero hay un día que sabes que serás bendito. ¿Sabés por qué Jesús dejó que Lázaro muriera?, porque hay cosas que tienen que morir para que la vida de Dios te levante a una nueva y extraordinaria dimensión. Dios dejó que tocases fondo para que del fondo te pongas de pie, y extiendas las alas como las águilas, porque lo que viene será mejor que lo que fue.
Al águila, cuando tiene cuarenta años, se le dobla el pico y no puede capturar su presa. Algunas se mueren, pero otras buscan una roca en las alturas, y se refugian cinco meses, se colocan en una roca y empiezan a golpear su pico sobre la roca, hasta que se les cae, literalmente. Al animal ensangrentado, se le cae el pico y espera que le crezca uno nuevo, y cuando le sale el pico nuevo, empieza a arrancar pluma por pluma; una por una, se las saca a todas y cuando está todo ensangrentado, y no puede comer, está debilitado, ve que le salieron plumas nuevas, también el pico nuevo, y gracias a ese renuevo, vive treinta años más.
¿Sabes qué dice la Biblia, en Isaías?, que los hijos de Dios somos como las águilas, no perdemos nada, nos renovamos. Esa casa era el pico viejo, ese trabajo era el pico viejo, pero lo que viene será aún mejor, porque los hijos de Dios no perdemos, nos renovamos. Alguien tiene que aprender a hablar con fe, y a decir: “lo que viene será mejor”.

Vamos de gloria en gloria, no has perdido nada, solo era un pico, solo eran alas viejas y las que vienen te darán treinta años de victoria. A los que pretendan limitarte a tener una vida sin expectativas, diles: Yo sé que lo voy a alcanzar”; practica esta promesa. Si dices: “pero yo no tengo nada”, considera que Dios es especialista en nada, que al tercer día de la creación dijo: “Produzca la tierra” y toda la tierra produjo, Dios no sembró una semilla, Dios creó de la nada. Hay una palabra para los que no tienen nada, Dios, de la nada va a darte producción, ¡porque para los hijos de Dios, lo que viene siempre es mejor!

No hay comentarios:

Publicar un comentario