jueves, 8 de enero de 2015

¿Cómo ser medio de bendición?

"Los labios del justo apacientan (instruyen) a muchos, pero el necio muere por su imprudencia." Proverbios 10:21
Inline image 1Nuestras palabras pueden bendecir o lastimar a otros. Así como un cuchillo sirve para cortar los alimentos y comer, también puede ser usado para matar.
Solemos ser descuidados con las palabras que decimos y en vez de bendecir, lastimamos y destruimos a los que nos rodean. Pero gracias a la ayuda del Señor, nuestros labios pueden transformarse en un canal de bendición para otros.
El pasaje anterior nos dice que los labios del justo “apacientan”. La palabra “apacentar” significa “dar buenos pastos”.
Extrapolándolo a lo que sale de nuestra boca, podemos decir que, cuando digamos palabras que edifican y bendicen, estaremos dándoles a los demás algo positivo y productivo.
Muchas veces, por nervios o por la ira descontrolada, decimos palabras hirientes o expresiones de las que luego queremos arrepentirnos, y a pesar de que Dios nos perdone, quedan secuelas en aquellos que nos rodean.
Porque Dios nos ha creado con dos oídos y una boca para que aprendamos, primero a escuchar y luego a decir palabras que apacienten a los demás. ¿Estamos apacentando a los que nos rodean con nuestras palabras?

POR FE, CON EL PODER DE DIOS, BENDIGAN MIS LABIOS  A LOS QUE ME RODEAN

Dios mío, Padre celestial. Anhelo ser un canal de bendición, Señor, y por eso te pido que toques, con el poder de tu Espíritu Santo, mis labios para que digan palabras de bendición que apacienten a otros. Cuídame de hablar sin pensar y de expresarme de forma ligera cuando estoy nervioso. Enséñame a callar cuando sea necesario. Gracias Jesús. En Tu Nombre, amén.

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