sábado, 10 de enero de 2015

Cada Segundo Cuenta

Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán. Los hijos de tus siervos habitarán seguros, y su descendencia será establecida delante de ti. Salmo 102:27-28.
El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 2:17.
"Cada segundo cuenta". Este eslogan es propio de nuestra época, en la cual cada uno quiere vivir intensamente su vida. No debe perderse ni un segundo. Una sociedad de transportes urgentes tomó como lema: "Los dueños del tiempo". Pero el único dueño del tiempo es Dios, quien no cambia y es eternamente el mismo. Él creó todo y en particular el tiempo. Jesús dijo: “Antes que Abraham fuese, yo soy(Juan 8:58). Está por encima del tiempo.
En cuanto a nosotros, ¿cómo llegar a ser libres de la esclavitud del tiempo? ¿Cómo ser liberados de este frenesí que es vivir cada vez más rápidamente? Ante todo, volvamos la vista hacia atrás, hacia aquel que es el Señor del tiempo: Jesucristo. Él venció a la muerte y vive para siempre. Y por la fe en Él recibimos la vida eterna.
Aturde todo lo que el mundo ofrece y tampoco puede dar una profunda satisfacción. La verdadera felicidad no está en una carrera agotadora y sin final, sino en la pacificadora comunión con Dios. Jesús dijo: “Mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da(Juan 14:27). Con sabiduría y bondad, quiere otorgarnos una vida apacible, tranquila pero variada, armoniosa, y preservarnos del estrés y de la pereza. Cuando esto sucede, cada actividad encuentra su lugar adecuado.
Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús…” (Colosenses 3:17).

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