miércoles, 20 de agosto de 2014

Valor para decir la verdad

Galileo Galilei nació en Italia el 15 de febrero de 1564. Llegó a ser un prominente astrónomo, filósofo, ingeniero, matemático y físico, que estuvo estrechamente relacionado con la revolución científica.
Algunos de sus más grandes logros incluyen la mejora del telescopio, gran variedad de observaciones astronómicas, la primera ley del movimiento y un apoyo determinante para las publicaciones de Copérnico. Hoy en día es considerado el “Padre de la astronomía moderna.”
Pero no todo fue una vida de triunfos. Tras varios estudios con el telescopio que él mismo había mejorado, llegó a la conclusión de que la tierra tenía forma redonda y se desplazaba sobre su órbita alrededor del sol.
Se dice que le llevó mucho tiempo hacer público su descubrimiento, porque en ese entonces la iglesia era la autoridad suprema y creían que era el sol el que daba la vuelta alrededor del planeta tierra. Cuando por fin tomó la decisión de publicar su descubrimiento, no tardó en llegar la oposición de parte de algunos colegas, la desazón de algunos amigos y las amenazas de algunos grupos religiosos.
Tanta fue la revolución que causó esta noticia que llegó a los oídos del papa Pablo V, quien no dudó en llamarlo para pedirle que dejara de lado su descubrimiento y se retractara, o sería puesto en la cárcel y azotado. En aquel entonces la iglesia tenía todo el poder y cualquier idea contraria a sus creencias, era considerada una herejía digna de ser castigada.
Galileo mostró gran fortaleza al principio, pero poco a poco se fue debilitando, su popularidad y fama se desvanecieron, su prestigio decayó, y prácticamente se quedó solo. Desgraciadamente, al final negó lo que él creía que era verdad para evitar el castigo papal.
En nuestros días, el papa Pablo V, de aquel entonces, no es de los más recordados y sus logros no son dignos de reconocimiento. Pero Galileo sí es recordado, porque con el paso del tiempo la verdad siempre termina venciendo y triunfando sobre cualquier tipo de oposición.
Esteban fue un hombre que sabía muy bien esto y no negó su fe ante ninguna amenaza, sino que llevó lo que él creía verdad hasta la muerte. Hechos 7:54-60
Este mismo valor es el que necesitamos para ser firmes, proclamando la verdad y negando toda clase de prácticas que sean contrarias a las leyes de Dios y al bienestar del hombre.
Jeremías 1:7-8 “Pero el Señor me dijo: No digas que eres muy joven. Tú irás a donde yo te mande, y dirás lo que yo te ordene. No tengas miedo de nadie, pues yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra.” Versión DHH
No tengas miedo de decir la verdad y publicar el evangelio, porque Dios siempre te acompañará.

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