jueves, 6 de noviembre de 2014

El hombre perdido en el bosque

Ciertamente morirás. Génesis 2:17
Nuestro Salvador Jesucristo… quitó la muerte y sacó a luz la vida. 2 Timoteo 1:10
La noche había caído; un hombre perdido en el bosque, buscaba en vano su camino. Los árboles, agitados por un viento glacial, asustaban. La inquietud del hombre se transformó en angustia, pero de repente, una luz apareció a lo lejos. Lleno de esperanza, se dirigió hacia ella. Cuando llegó se encontró ante un inmenso caserón y llamó a la puerta. No hubo respuesta. 
Insistió y al fin, oyó que alguien le preguntaba: ¿Quién es? ¿Qué quiere?
Inline image 1–Estoy perdido y le pido que me deje dormir esta noche en su casa.
–Esto es un monasterio…
–¿Me dejará morir de cansancio y frío?
Hubo un silencio… Luego se oyó el ruido de un cerrojo y la puerta se entreabrió.
–Todas las habitaciones están ocupadas; solo queda una que no es muy confortable. ¡Sígame!
El viajero entró en la habitación, se acostó y se quedó dormido. Al despuntar el día echó una mirada al lugar donde estaba. En la mesa de noche había un cráneo con un papel entre los dientes. Lo tomó y leyó: "Yo fui lo que usted es, y usted será lo que soy yo". Volvió a colocar el papel en su sitio y se apresuró a salir de ese lugar.
¿Qué efecto tendrían esas palabras en su vida? No lo sabemos, pero podemos afirmar que el mensaje sigue siendo actual: “La muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron(Romanos 5:12). Pero la muerte no es el final. Después de la muerte, el hombre tendrá que encontrar a Dios, ya sea con o sus pecados y se enfrentará al juicio, o purificado de sus pecados por el sacrificio de Cristo, y entonces tendrá la vida, la vida eterna con Jesús nuestro Salvador.

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