viernes, 24 de octubre de 2014

Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos

Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos, escribió Paulo Coelho ¿Alguna vez has estado en el valle de la miseria? Las personas que habitan en este valle se sienten infelices, pobres y ciegos. No disfrutan la vida, viven amargados, son tan pobres que no pueden dar ni una sonrisa y tan ciegos que no ven nada; están tan cegados que no alcanzan a ver todo lo bueno que Dios tiene para ellos. Quien camina en este valle, camina en medio del lodo y parece que cada paso que da lo lleva al hundimiento en sus relaciones, en sus negocios y en su vida. A esta persona le cuesta levantar el vuelo, le cuesta elevarse. 

Pero, ¿eres feliz?, posiblemente dirás, sí soy feliz, tengo a Cristo en mi corazón: ¡Vale!, sin duda, tienes a Cristo en tu corazón. Eres feliz y ahora la pregunta es: ¿estás satisfecho con tu vida?, ¿estás viviendo la vida que Dios diseñó para ti? O ¿estás viviendo la vida sintiéndote triste, miserable, ciego y sin propósito? También puede ser que andes buscando la felicidad plena porque quieres más de la vida, porque no estás satisfecho contigo mismo, porque sabes que hay algo más y no sabes cómo lograrlo. 

Hay muchas personas que cuando llega el mes de diciembre, se deprimen porque no han podido lograr sus sueños, viven pensando que se va otro año y siguen en el mismo lugar no teniendo lo que querían. Ven sus sueños demasiado alejados, por lo que desean que este mes no llegue. Pero tú no eres de esas personas, porque a partir de hoy estás tomando la dirección que te lleva a la felicidad, porque has decidido poner en el Señor todos tus sueños. 
Tú puedes decir hoy como el Salmista: Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Salmo 40:1-3. 
Tú eres de aquellos que están agradecidos por la vida, que tienen y experimentan buenos momentos en la vida, sin embargo sabes que algo te falta. Sabes que tienes todo el potencial y todas las oportunidades para ser feliz pero no lo sientes, sobre todo cuando ves que hay cosas que no están funcionando bien en alguna área de tu vida. Piensa entonces:¿está equilibrada tu vida? ¿Cómo estás en tus relaciones? ¿Cómo estás con tus metas? ¿Estás postergando tus sueños? Porque la felicidad no es un accidente, no es un sentimiento, la felicidad es algo que tú eliges. ¡Elige ser feliz y alegrar a otros! 

Y además, la felicidad no va a llegar a tu vida por lo que te pase o por medio de una varita mágica. Viene por lo que te pasa internamente, dentro de ti. Y no es algo que tú sientas, es cuestión de elección. Tú puedes elegir quién quieres ser; recuerda que Dios te ha dado el poder de elegir, te ha dado el libre albedrío, y tú puedes elegir ser la mejor versión de ti mismo, aquella que te entusiasme ser. ¿Quién quieres ser? Tú comienzas a vivir a partir de esa persona que quieres ser. Si no fueras tú mismo... ¿quién te gustaría ser? Muchos no son felices porque no saben quienes son, y están tratando de vivir una vida copiando a otros, o siguiendo los estándares del mundo o de los medios de comunicación; sienten que para ser feliz necesitan una tarjeta de crédito o mucho dinero, o necesitan ser famosos o poderosos. 

Pero cuando tú sabes quién eres, puedes ser auténtico de pensamiento, palabra y acción. Jesús era auténtico porque sabía quién era, sabía cuál era su misión y su vida no dependía de las circunstancias. Jesús no vivía instalado en la excusa, vivía comprometido con su propósito. Pues igualmente, tú naciste original, no mueras como una copia. Así que, para ser feliz necesitas encontrarte con tu diseño y comenzar a elevarte hacia las alturas. Si quieres ser feliz no tienes que esperar a que las cosas cambien, a que las cosas mejoren, no tienes que esperar al año nuevo y comenzar con la canción: “año nuevo, vida nueva, más alegres los días serán…” No, para ser feliz debe gustarte lo que estás haciendo. ¿Lo que estás haciendo te gusta? ¿Te hace feliz? Si respondiste si, ¡enhorabuena! Si respondiste no, es hora de cambiar lo que estás haciendo porque no te está llevando a ninguna parte. Es hora de cambiar lo que está dentro de ti, lo que te hace infeliz en realidad no son las cosas que están afuera, porque lo externo es la frustración que sientes. 
Es tiempo de tomar decisiones, tiempo de ir tras una vida extraordinaria, tiempo de elevarse. Elige ser feliz hoy y tu vida cambiará. Tú puedes dejar de ser infeliz, pobre y ciego. Esto se aprende y tú debes dar el siguiente paso de buscar la ayuda de personas que te ayuden a ver aquellas cosas que no estás viendo.


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