He notado que soy más feliz, cuando siento que contribuyo a la felicidad y realización de las metas de otras personas. Esto me ayuda a crecer como ser humano. Hay ocasiones en que habiendo algunas preocupaciones y problemas que quieren invadir mis pensamientos, todo pasa a un segundo plano cuando me ocupo de ayudar a otros y ver que muchas veces, lo que yo pensaba que era una montaña en mi vida, tan solo era un vaso pequeño de agua.
Así que lo mejor que puedes hacer es ayudar a construir la felicidad de otros porque, a su debido tiempo, tú vas a cosechar la felicidad que has sembrado.
El viernes me encontraba en un servicio especial para niños. Me habían solicitado ayuda y di toda la que pude. Mi satisfacción vino al ver que la actividad fue exitosa. Ver los rostros de los chicos y de los mayores sonreír fue una sensación... increíble. No lo hice esperando nada a cambio pero, para sorpresa mía, casi cuando estaba concluyendo la actividad, me sorprendieron con 3 hermosas rosas amarillas y un regalito muy especial. Mi corazón se inundó de una gran ternura, con una alegría tremenda. Y no me canso de confirmar y decir que, a medida que ayudas a otros te ayudas a ti mismo.
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