lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Qué dice la Biblia acerca del diezmo cristiano?

Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan. En muchas iglesias ponen demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, muchos cristianos rehúsan someterse a la exhortación bíblica en lo tocante a ofrendar al Señor. Diezmar/ofrendar debe ser un gozo, una bendición. Tristemente, casi nunca es ese el caso en la iglesia de hoy.
Estudiando el d
iezmo, vemos que es un concepto del Antiguo Testamento. El diezmo era un requisito de la ley, por el que todos los Israelitas ofrendaban al tabernáculo/templo el 10% de todo lo que ganaban y hacían crecer (Levítico 27:30Números 18:26Deuteronomio 14:232ª Crónicas 31:5). Algunos toman el diezmo del Antiguo Testamento, como si fuese un método impositivo actual para suplir las necesidades de los sacerdotes y pastores actuales, como si fuera el sistema de Moisés. Pero en el Nuevo Testamento en ninguna parte se ordena o se recomienda que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmar. Pablo declara que los creyentes deberían apartar una porción de sus ingresos a fin de dar soporte a la iglesia (1 Corintios 16:1-2).
El Nuevo Testamento no señala en ningún lugar, un cierto porcentaje de ingresos que se deba apartar, solamente dice que se ponga aparte algo “según haya prosperado” (1ª Corintios 16:2). La iglesia cristiana, básicamente ha tomado la figura del 10% del diezmo del Antiguo Testamento, y la ha aplicado como un “mínimo recomendado” para los cristianos en su ofrendar.
Sin embargo, los cristianos no deberían sentirse obligados a diezmar siempre. Deben dar de acuerdo a su capacidad, “según hayan prosperado”. Algunas veces eso significa dar más que un diezmo, y otras veces puede significar dar menos. Todo depende de los recursos del cristiano y de las necesidades de la iglesia. Cada cristiano debería orar diligentemente y buscar la sabiduría de Dios acerca de participar en el diezmo y de cuánto debería ofrendar (Santiago 1:5). “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7).


No hay comentarios:

Publicar un comentario