jueves, 21 de agosto de 2014

La ventana - Reflexiones

De vez en cuando un niño visitaba a sus abuelos en su granja. Le dieron un tirachinas para que jugara afuera, en el campo. Él practicó en el campo, pero nunca pudo darle a su objetivo. Un poco desanimado caminaba a casa para la cena y, mientras lo hacía, vio el pato más querido por su abuela. Como impulsado por un resorte, le tiró con el tirachinas, le dio al pato en la cabeza y lo mató.
Se quedó impresionado y consternado. Le entró el pánico y apresuradamente, escondió el pato muerto entre una pila de madera cuando vio que su hermana lo estaba observando. Sally lo había visto todo, pero no dijo nada.
Después del almuerzo del siguiente día, la abuela dijo, “Sally vamos a lavar los platos”. Pero Sally dijo “Abuela, Johnny me dijo que él quería ayudarte en la cocina. Luego le susurró a él ¿te cuerdas del pato?

Así que Johnny lavó los platos.
Más tarde, ese mismo día, el abuelo les preguntó a los niños si querían ir a pescar, y la abuela dijo, “Lo siento, pero necesito que Sally me ayude a hacer las compras” Sally sonrió y dijo “Bueno, no hay problema porque Johnny me dijo que quería ayudar. Ella susurró nuevamente, ¿recuerdas el pato?
Así que Sally se fue a pescar y Johnny se quedó ayudando.
Después de varios días, en los cuales Johnny hacía tanto sus tareas como las de Sally, él finalmente no pudo soportarlo más.
Le confesó a su abuela que había matado el pato. La abuela se arrodilló, le dio un abrazo y dijo. “Corazón, ya lo sé. ¿Sabes?, yo estaba parada en la ventana y vi todo lo que pasó. Pero porque te amo, te perdono. Solo me preguntaba cuánto tiempo más permitirías que Sally te hiciera su “esclavo”.
Así que, para este día y los que están por venir: lo que sea que haya en tu pasado, lo que sea que hayas hecho que el Diablo continúa restregándotelo en tu cara (mentiras, odios, ira, falta de perdón, amargura, etc.) lo que sea, tú necesitas saber que Jesús estaba parado en la ventana y Él vio todo lo sucedido.
Él ha visto tu vida completa y quiere que sepas que te ama y que estás perdonado. Solo se esta preguntando cuánto tiempo dejarás que el Diablo te haga su esclavo.
Lo maravilloso de Jesús es que cuando tú pides perdón, Él no solo te perdona sino que olvida. Somos salvos por medio de la Misericordia de Jesús.
¡Recuerda siempre que Jesús está en la ventana!
Salmos 103:3 “Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias;”
Salmos 86:5 “Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.”

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