viernes, 1 de agosto de 2014

El cuento de la Autoestima

Cierto día, un gran Rey iba paseando cerca de un pueblo que le pareció muy peculiar. Observó que las personas del pueblo tenían diversos conflictos entre ellos, se herían, se molestaban unos a otros.
Este Rey, que era muy inteligente y gustaba de analizar todo lo que veía, llegó a la conclusión de que todo radicaba en el poco amor que se tenían, pues ellos mismos no se aceptaban con sus cualidades, ni mucho menos se aceptaban con sus defectos. Era difícil que pudieran ver las cualidades en los demás y, al haber odio entre ellos mismos, también había odio hacia los demás.
Este hombre pensó acerca de cuál sería el origen de todo esto y qué podía hacer para que cambiara. Pensó y pensó, y dijo: 
– ¡Ya sé!, les diré que si empiezan a llevarse mejor entre ellos, serán muy prósperos, tendrán muchas cosas que deseen.
Pasó el tiempo y nada cambió; después dijo:   
-¡Ya sé!, les diré que si mejoran su relación, yo les daré el doble de todas sus pertenencias.
Pero la triste realidad es que nadie quiso escuchar y todo siguió igual…  El hombre analizó todo y dijo: 
– Las discusiones se dan porque no se respetan entre ellos, se envidian, hay celos, comparaciones, si alguien sobresale los demás se sienten heridos. El problema es que no se aman a sí mismos, que no creen que tienen un valor, que sin ser perfectos, son merecedores de respeto; si logran acomodar este pensamiento y tener respeto por sí mismos, podrán darlo a los demás. ¿Pero cómo hago para que puedan comprender que tienen un valor?, se preguntó el Rey.
Pensó y pensó, y tomó una decisión, la más difícil de todas las decisiones que hubiese tomado antes, pero así lo hizo…
Y dijo: Les daré lo más preciado que yo tengo para que ellos comprendan que tienen un valor, que merecen respeto, que son valiosos, que son importantes. De esta manera lo podrán comprender; y lo que hizo fue pagar un precio muy alto para poder decirles, y decirte a ti que tienes un valor. Esto lo hizo entregando lo más preciado que tenia. ¡Su único hijo!
Entregó a su único hijo. Lo hizo para que camines con la frente en alto, para que no le des el poder de tu autoestima a cualquiera, para que te respetes y respetes a los demás, para que camines con respeto y admiración por el valor que el señor tu Dios te ha dado.

Él está muy feliz por todos los que lograron comprender esto y está muy triste por todos aquellos que aún no lo han podido comprender. ¿De qué grupo eres tú?




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