jueves, 17 de julio de 2014

Contradicciones - Reflexiones

Hace tiempo escuché una de las frases más contradictorias que jamás haya oído. Mientras estaba en un café, leyendo y preparando los últimos detalles para mi ponencia en una convención, la letra de una canción pegadiza captó mi atención. Oía cantar: “para saber lo que es amar hay que perder la libertad, y para mí eso no se llama amor…”.
¿Eh? ¿Cómo? ¿Escuché bien? Juego de palabras; análisis semántico; interpretación libre… llámelo como usted desee. Pero para mí no deja de ser, ni más ni menos, que una total, deliberada y consciente contradicción.
refle-contradicciones28dEn todos los ámbitos ocurre algo similar:
Sabemos que la honestidad es el camino, pero muchas veces optamos por permitirnos “pequeñas” concesiones… que en el fondo, son pequeñas corrupciones.
Conocemos el valor de invertir tiempo en nuestras familias, pero estamos “tan atareados” que usamos nuestras casas como si fuesen meros “hoteles” de paso…
Entendemos sí, que para alcanzar grandes objetivos hay que sacrificarse, pero en numerosas ocasiones preferimos el hedonismo, y luego nos damos cuenta de que solo alcanzamos “placeres” inmediatos…
Comprendemos que el amor es una decisión, pero continuamente, lo disfrazamos de pasiones y sentimientos volátiles, accediendo a satisfacciones pasajeras sin llegar a disfrutar el gozo que produce la fidelidad y la entrega permanente…
En fin, por lo general, sabemos qué es lo mejor para nuestras vidas, pero muy frecuentemente nos contentamos con obrar en la existencia real, postergando nuestros sueños, retrasando nuestras ilusiones y frustrando nuestros destinos.
Es deseable captar su atención y animarlo a que dedique un tiempo a examinar su vida, reafirmar sus valores y reestructurar el orden de sus prioridades. Basta con saber qué es lo mejor para usted… hace falta ir más allá y tomar decisiones que dirijan sus pasos hacia el éxito que tanto anhela. Sabes… ¡que debes ponerte manos a la obra!
“Todo esfuerzo vale la pena, pero quien habla y no actúa acaba en la pobreza. La riqueza del sabio es su sabiduría, la pobreza del tonto es su estupidez” (Proverbios 14:23-24, TLA).

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