viernes, 20 de junio de 2014

Si, se puede… - Crecimiento personal-espiritual

Esta frase se escuchó mucho en las últimas elecciones de los Estados Unidos: “Yes, we can”, "SÍ SE PUEDE". Es la confirmación de "Bailando por un Sueño". “SÍ, SE PUEDE”, es posible salir a bailar por ello.
Muchos lo creen, es normal escuchar los siguientes juicios o pensamientos:
-          Soy un fracasado, todo lo que hago no vale para nada.
-          No le importo a nadie.
-          Mi situación (física o financiera) no me lo permite.
-          En mi familia nadie consiguió sus sueños.
-          Si mi trabajo fuese otro...
Cada uno de estos pensamientos hace que te alejes de tus sueños, y lo que necesitas es creer que sí se puede. Tú puedes obtener resultados extraordinarios con la bendición de Dios.
La biblia enseña: “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.” 1 Corintios 13:13 (NVI)
Las dos primeras virtudes son esenciales para poder alcanzar los sueños. La fe te habla del presente y, además, la fe te anima a poner tu confianza en Dios. Necesitas confiar en Dios para todas las cosas, Él te diseñó, te formó y te conoce, recuerda que sin fe es imposible agradar a Dios. La  esperanza te invita a soñar, tiene que ver con el futuro, Dios es el dador de sueños; Él deposita los sueños en nuestros corazones y coloca talentos en nosotros para que los alcancemos.
“Si, se puede”. Son tres palabras que demuestran pasión, entrega y compromiso. Son tres palabras que cada persona necesita para salir de la adversidad, de las malas rachas, para vencer cualquier circunstancia que se le presente. Para conducir un negocio, organización, comunidad y nación, para salvar una relación, una familia, un matrimonio... “Si, se puede” son unas palabras poderosas que cambian vidas.
“Si, se puede” tiene que ver con la fe, la esperanza y el amor. “Sí” significa optimismo, la esperanza y la posibilidad. Y el optimismo te va a permitir vencer la adversidad, cualquier circunstancia negativa, cualquier desafío.
“Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”. 
“Se puede”  es el combustible que te lleva a que tus sueños sean posibles, te lleva a negarte a la resignación o conformismo, te lleva al compromiso de crear con tus palabras, resultados extraordinarios. “Se puede”  es lo que hace la diferencia en nuestras vidas.
Alguien dijo: "Si sigues diciendo que no se puede, vas a obtener siempre el mismo resultado". Tú puedes cambiar tu vocabulario y proclamar: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13.
Amigo, “Si, se puede” salir a bailar por un sueño. Para luchar por ese sueño, tú necesitas descubrir tu misión y desarrollar tus talentos. Bien, hazte algunas preguntas:
1.    ¿Qué cosas disfrutas haciéndolas?
2.    ¿Tienes reacciones espontáneas de alegría y gozo al realizar las cosas que te gustan?
3.    ¿Las aprendes fácil?
4.    ¿Te sientes satisfecho cuando las realizas?
5.    ¿Cuáles son tus virtudes?

 
En una oportunidad, la Madre Teresa de Calcuta pidiendo consejo a su director espiritual, le preguntó -¿Cómo puedo saber si Dios me llama y para que? 
Él le contestó: 
-Lo sabrás por tu felicidad interior. Si te sientes feliz por la idea de que Dios te llama para que le sirvas a Él y a tu prójimo, esa será la prueba de tu vocación. La profunda alegría del corazón es como una especie de brújula que indica la senda a tomar en la vida. Uno tiene que seguirla, incluso cuando esa brújula lo conduzca por un camino sembrado de dificultades. Lo que la Madre Teresa hizo fue aprovechar sus talentos y los fortaleció, y por eso tuvo éxito en su misión. 
El destacado cantante Luciano Pavarotti tenía el talento de una extraordinaria voz y, además, trabajaba en ella 10 horas al día. El talento por sí solo no da el éxito, el talento es un tesoro que tienes que pulir y hacer brillar. ¿Cuántas voces buenas hay en el mundo?, tal vez millones, pero el mundo no lo sabrá ya que sólo unos cuantos han trabajado en sus talentos, en su voz.
“Si, se puede”, ¡deja de ver sólo tus debilidades y comienza a ver tus fortalezas! Si quieres 
alcanzar tus sueños, necesitas desarrollar tus talentos y descubrir todo el potencial que hay en ti.
Una historia cuenta acerca de un huevo de águila que cayó de su nido y fue a parar a un gallinero. Una gallina, al ver el huevo abandonado, se decidió a empollarlo y nació un polluelo.

 Este polluelo era bastante más grande que sus hermanos, mucho más grande, y por eso era objeto de la burla de todos. Sus patas eran demasiado grandes para escarbar la tierra y su pico demasiado grande para cazar insectos. Esto le hacia muy desgraciado.

 Se sentía el pollo más infeliz del mundo. Su vida era solitaria porque nadie se atrevía a ser amigo de aquel gigantón, que no valía para nada. 

Un día, un águila pasó por el lugar y le extrañó lo que vio, así que decidió descender para comprobar que sus ojos no lo estaban engañando. Allí, muy cerca de él, estaba un ejemplar de águila adulta de un porte verdaderamente sin igual
 que, con voz tímida, me preguntó, ¿Y tú, que haces entre esas gallinas y esos pollos?

 El águila-pollo, asombrado y temeroso de que semejante hermosura de águila le dirigiera la palabra a él (el más feo de los pollos), le respondió: ¿y dónde quieres que esté?, soy un pollo y estoy donde ellos están. 

El águila, le dijo, ven conmigo a la laguna… y el águila-pollo lo siguió. Ahora asómate al espejo que es el agua…. El águila – pollo no podía creer lo que veían sus ojos. Abrió sus alas y se maravilló de lo robustas y hermosas que eran. Entonces, llorando, dijo: he sido un águila toda mi vida y no me había dado cuenta…


Amigo, no seas como este águila, que vivió gran parte de su vida como un pollo cuando su destino era remontarse en las alturas. No dejes de soñar, ten fe en Dios y espera en Él para la guía de tus pasos. Busca ayuda en poder conocer los dones y talentos que Dios te ha dado. Date cuenta de lo que le está faltando a tu vida y declara: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. SÍ, SE PUEDE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario