lunes, 19 de mayo de 2014

La lección de la tarta

“Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. “ 1 Samuel 16:7
Acabábamos de mudarnos a nuestra nueva ciudad, lugar de mi trabajo. Mi hija mayor cumplía años y decidí organizarle un encuentro, para compartir con los nuevos amigos de aquel lugar. Así que, me dispuse a preparar los alimentos para la fiesta. En primer lugar me concentré en la tarta, ya que sería la “estrella” de la ocasión. En vez de usar alguna receta conocida, decidí probar una nueva receta de tarta de naranjas, rellena de crema de naranjas, que acababa de aprender. Le puse una deliciosa cobertura que ya había hecho en otras ocasiones y por último, una capa crocanti de nueces picadas. Parecía exquisita. Casi podía imaginarme a los invitados deleitándose con ese manjar.
Llegó el momento de la fiesta y coloqué la tarta en una mesa preparada especialmente para ella. Todos expresaban su asombro, al considerarla un deleite para la vista y seguramente para el paladar. Eso pensábamos todos hasta que, después de soplar las velitas, la cortamos y servimos… para comprobar que estaba muy seca y el relleno pegajoso, aunque el sabor no era muy desagradable. Lo único que no había fallado era la cobertura. ¡Qué desencanto sufrimos todos! Sobra decir que nadie quiso una segunda porción…
Al acostarme esa noche, no podía dejar de pensar en la tarta. ¡Tan hermosa por fuera y tan diferente por dentro! Cuántas veces juzgamos a las personas por lo que vemos por fuera, o nos interesamos sólo en su apariencia externa. Por el contrario, los ojos de Dios ven lo que nadie ve: el corazón. Al Señor no podemos engañarle con una apariencia deslumbrante, ni desilusionarle con una apariencia sin gracia. Él nos conoce bien y nos juzga con justicia y misericordia.
Agradezco a Dios por conocerme como soy, sin coberturas ni adornos, y aun así amarme. Es tiempo de cambiar los ingredientes de mi corazón y volver a los que conozco y sé que son buenos, y dejar de probar recetas nuevas… 
Como dijo Jeremías, es tiempo de pararnos en los caminos, preguntar por las sendas antiguas, andar por ellas y hallar descanso para nuestra alma (Jeremías 6:16).

No hay comentarios:

Publicar un comentario