sábado, 17 de mayo de 2014

El Final Feliz

En la vida hay momentos en los que quieres salir corriendo, todo está en tu contra y no ves nada bueno. En estos momentos te sientes agobiado, cargado, o turbado para describir lo mal que lo estás pasando. Somos humanos, por lo que es normal sentir así, incluso sentirse desesperado.
Todos hemos vivido momentos como estos, y muchos no quisiéramos volverlos a vivir, pero tarde o temprano ocurrirán nuevamente, porque Dios quiere mostrarse en nuestra vida, como un Dios Poderoso para cambiar cualquier situación a nuestro favor.
Lo que ocurre en estos casos es que, a primera vista lo vemos con nuestros ojos humanos y no con ojos espirituales. Muy dentro de nosotros sabemos que debemos esperar en Dios, que debemos confiar en Él, pero nuestra naturaleza humana nos gana muchas veces en la convicción, y es entonces, cuando entramos en momentos de crisis, anímicamente hablando.
Lo bueno de todo esto es que sabemos la respuesta, sabemos que debemos depositar nuestra confianza en el Señor, sabemos que debemos tranquilizarnos porque Dios tiene el control de todo, sabemos eso y mucho más, pero ¿por qué sabiendo esto, nos sentimos mal?
Sencillo, porque el humano es vulnerable y somos incrédulos por naturaleza. Por lo que en momentos como estos, es cuando debemos demostrar nuestra Fe, o sea, nuestra convicción y certeza. La FE puesta en práctica, da unos resultados excelentes; aunque es cierto que, humanamente somos sensibles a las circunstancias malas que nos suceden, también es bueno recordar que en Cristo TODO lo podemos y que, junto a Él, somos más que vencedores.
Sabiendo esto, quiero tener en cuenta algo muy importante:
No importa lo difícil que parezca la situación que estoy viviendo, no importa que todo mundo esté en mi contra, no importa que me sienta débil y vulnerable, no importa si los vientos son fuertes y la barca parece hundirse, porque si AMO A DIOS no tengo por qué preocuparme, pero si lo amo de verdad, con todo mi corazón, con toda mi alma y con todas mis fuerzas.
Si en realidad amo a Dios, todo me ayudará para bien.

Dios tiene escrito un final feliz para mi vida.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Romanos 8:28

No hay comentarios:

Publicar un comentario