Por el contrario, orar en el nombre de Jesús significa orar con Su autoridad y pedir a Dios el Padre, actuar sobre nuestras oraciones, porque venimos en el nombre de Su Hijo, Jesús. Orar en el nombre de Jesús significa lo mismo que orar de acuerdo a la voluntad de Dios. “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (1 Juan 5:14-15). Orar en el nombre de Jesús es orar por las cosas que honrarán y glorificarán a Dios.
Decir “en el nombre de Jesús” al final de la oración no es una fórmula mágica. Si lo que pediste o dijiste en oración no era para la gloria de Dios y de acuerdo a Su voluntad, el decir “en el nombre de Jesús” no significa nada. El orar auténticamente en el nombre de Jesús y para Su gloria, es lo que importa, no el añadir ciertas palabras al final de la oración. No son las palabras en la oración lo que importan, sino el propósito detrás de la oración. Orar por cosas que están de acuerdo a la voluntad de Dios es la esencia de orar en el nombre de Jesús.
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