jueves, 24 de abril de 2014

No Es La Necesidad…Es La Confesión De Fe

LA FE, algo que se espera y que no se ve. Es decir, hay una convicción interna sobrenatural, de que lo que deseo viene en camino, y eso que deseo lo puedo ver claramente, no con mis ojos naturales sino con los ojos del espíritu (involucra el intelecto). Por lo tanto, lo que está en mi intelecto, y en mi espíritu, aparte de UNA VISIÓN, es la propia sustancia. Es ahora cuando podemos ver el poder de influencia que tiene la visión en el plano espiritual.
La palabra de Dios dice que cuando el Espíritu Santo es derramado sobre su pueblo, profecía, sueños y visiones se producen como efecto de ello. Joel 2:28 dice: Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;  vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
La profecía permite librarnos de una vida desenfrenada y sin propósito, endereza nuestros pasos Proverbios 29:18  Sin profecía el pueblo se desenfrena, Y los sueños y las visiones conducen nuestros pasos hacia los objetivos planteados dentro de un plan trazado.
Podemos decir entonces, que la fe es esencial. Es un impulso sobrenatural, nacido de la confianza absoluta en Dios, puesta sobre una visión. La fe implica una expresión descriptiva de un futuro deseado difícil de conseguir pero no imposible, y aunque fuera imposible para nosotros, es posible para Dios.
Por esta razón, muchas veces el Señor Jesús preguntaba a aquellos que solicitaban de Él algún favor… ¿qué quieres que te haga? Él, insistía en solicitar de aquellas personas una declaración, una expresión descriptiva, de lo que deseaban, pues la palabra hablada es la generadora de la sustancia medular (la fe), y al mismo tiempo, lo que se cree débilmente, cuando se declara, se fortalece.
El Apóstol Pablo decía…”Por cuanto creí, hablé” (2 Corintios 4:13).  El Señor insistía en esto, porque no es la descripción de una situación dolorosa la que mueve la mano de Dios, como muchas veces decimos en nuestras oraciones: “Mira Señor, mi situación ¿por qué no haces algo?”, tal como lo hizo el Padre del niño sordomudo en Marcos 9:22 “muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos”.
Siempre que hay un milagro hay una necesidad, pero lo que liga la necesidad con el milagro es la fe. Por eso, lo que Dios espera de nosotros, es nuestra declaración de que Él es poderoso para hacer aún más de lo que podemos pedir. Pues, para el que cree, todo le es posible (Marcos 9:23. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Marcos 9:24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

Cuando el padre del niño sordo mudo dijo débilmente, creo… ¿qué sucedió?
•    Marcos 9:25  Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
•    Marcos 9:26  Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.
•    Marcos 9:27  Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.

Lo que sucedió fue que los cielos se abrieron y la bendición de sanidad y liberación descendió. La palabra dicha con fe, activó el milagro de Dios. No fue la descripción de la situación dolorosa, sino la expresión descriptiva de algo que podía ser posible por medio del poder de Dios.
Es promesa de Dios el evangelio de Marcos 11:22, que dice: Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
•    Marcos 11:23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Porque cuando humanamente, algo no está a nuestro alcance, por medio de la fe, tenemos la capacidad de hacer proezas en Dios, creyendo en su todopoderoso poder, el cual nos pondrá a nuestro alcance lo que humanamente nos sea imposible. La palabra de Dios dice:
•    Lucas 18:27  Él (Jesús) les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Y agrega: Lucas 1:37: porque nada hay imposible para Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario