lunes, 24 de febrero de 2014

Saber o no saber

”Hay muchas metas que yo no puedo alcanzar, pero de ningún saber me asombro… desde que aprendí a ignorar ” (Martín Fierro).
Qué extraño parece al buen entendimiento, esto de “aprender a ignorar”. Si hay algo que se recomienda a quienes desean desarrollarse con alguna ventaja en la vida, es aprender muchas cosas. Para trabajar, para las relaciones humanas, para el desarrollo del carácter, hay que saber. A tal efecto, hay montañas de materiales para leer, para escuchar, para ver, pero hay tanta información rodeándonos día y noche, que es difícil saber qué tomar o qué dejar.
Dan ganas de huir de tanto conocimiento. Alejarse de tanto aparato que expela información incesantemente: móviles, internet, televisión..., o sea, perder el miedo a no estar conectado; apagar el mundo a nuestro alrededor y simplemente pensar en lo que ya se sabe. Porque es bastante posible que después de un día completo sin ningún artefacto encendido, no se va a perder nada realmente valioso. Digamos casi nada por si, justamente en ese “ayuno virtual”, entra una noticia de la cual sea importante enterarse. La mayor parte del saber que está disponible en esos momentos, no tiene un valor extraordinario, no es de una relevancia absoluta para la continuidad de la existencia, por lo que es posible seguir viviendo bastante decentemente sin conocerlo.
Aprender a ignorar; un intrigante y seductor reto para la época presente. Aprender a librarse de la neurosis de la conectividad. Perder el miedo a no saber y tomarse la vida más tranquilamente, con más conciencia del ser, con más tiempo para pensar en lo que ya se sabe. 
La gracia de aprender consiste, en gran medida, en componer de un modo distinto las cosas que ya se saben, encontrando nuevas relaciones, nuevas luces y nuevas reflexiones en lo que ya es conocido.
“Más se sabe por viejo” es una posibilidad; otras no, porque alguna gente se pone muy necia con los años a pesar de lo que sabe. Pero a otra, el conocimiento adquirido le basta para vivir mejor, sin tanta información, sin tanto aparato y sin tanta prisa…

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