¿Qué es lo importante? Pablo ha sido llamado a defenderse y ha sentido el abandono, no de la iglesia porque hay hermanos que están con él. El abandono que sintió es del liderazgo, de gente que no soportó los tiempos de crisis y que le rehuyó para que quedase expuesto. En medio de esa situación hay cosas que Pablo enumera como importantes:
A. El Señor estuvo a mi lado. Qué tremendo es Dios. “El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos. No importa cuanta presión haya, Dios jamás te abandona” (Salmos 34:7). He estado caminando con Dios suficiente tiempo para atestiguar que nunca se apartó de mi lado. Él no puede decir lo mismo de mí, pero… si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo (2 Timoteo 2:13).
B. Me dio fuerzas. No sólo está a mi lado, sino que no me deja moribundo. ”Es él quien me arma de valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado, y me mantiene firme en las alturas; adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar arcos de bronce. Tengo renovadas fuerzas en Dios” (Salmos 18:32-34).
C. Pude predicar el mensaje y que lo oyeran todos los paganos. Pablo está más interesado en predicar que en defenderse. De pronto me parece ver que Pablo usaba las audiencias, más para infiltrar el evangelio en medio de las clases poderosas que para justificarse a sí mismo. Si esto es así, y creo que sí, Pablo le daba una utilidad evangelística a su tribulación. ¡Atentos! Hoy seremos llevados a diversos “tribunales”; no lo usemos para nuestros fines, entendamos que se nos está dando pábulo para que prediquemos de Dios.
D. Fui librado de la boca del león. Hablando históricamente esto es literal pero también puede ser figurado. Lo que Pablo dice, no es que le perdonara sino que además, Dios le liberó. No tengo una cobertura parcial de riesgo, el seguro de Dios es contra todo riesgo sin fianza. Es cobertura total.
Resumiendo: Dios está a mi lado, me llena de fuerzas, me permite usar cualquier escenario de mi vida para predicar y me libra de los leones que me quieren devorar. Fidelidad y poder en su más pura expresión.
¿Qué es lo importante? ¿Estar libre? ¿Estar preso? ¿Estar solo? ¿Estar acompañado? Lo importante es tener Comunión con Él, ser fortalecido por su Espíritu, no cesar de predicar y saber que estoy bajo su cobertura.
En esta mañana seremos llamados “para dar razón de la esperanza que hay en nosotros”.
“Señor, haz que no olvide que Tú estás a mi lado, que tengo toda tu potencia, que es una oportunidad para predicar y que tengo cobertura total. Gracias, Señor”.
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