Sabiduría para decidir - Devocional

“Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”

Santiago 1:5 

La Palabra de Dios nos dice bien claro que si en nuestra vida está faltando sabiduría, debemos pedírsela a Dios y Él nos la dará abundantemente y sin reproche. También dice la Palabra que tenemos el poder de tomar decisiones. Usted tiene que enfocarse en usar sabiamente ese poder, porque su destino, su futuro, están basados en las decisiones que tome hoy.

Por eso, si usted hoy se da cuenta que le está faltando sabiduría, recurra a la fuente correcta, a Dios, que es el único que se la puede dar. Y deje fluir esa sabiduría que viene del cielo en su vida para tomar las mejores decisiones.

Cuando usted lee la Palabra y medita en ella, aumenta su conocimiento y como consecuencia, tendrá un aumento de sabiduría.

Y cuando usted hace la voluntad de Dios tomará las decisiones correctas, porque esas decisiones estarán basadas en Su Palabra, en su Voluntad. Esto le traerá un avance en su vida.

La vida de cada persona está formada por una serie de decisiones. Para vivir bien, Dios nos da a TODOS la sabiduría. Y cada cosa en esta vida comienza con una decisión.

Fíjese que su vida en Dios comenzó con una decisión: aceptar a Cristo como Señor de su vida. Usted tomó esa decisión de fe. Usted tuvo y tiene el poder de elegir. Ahora examine cómo está eligiendo, si bien o mal. Su garantía para el éxito está basada en las decisiones que está tomando hoy. Examínese a través de estas preguntas: ¿Qué consecuencia traerá mi decisión de hoy? ¿Cómo afectará a la vida de otros? ¿Me hará desobedecer a Dios y a su Palabra?

Con Él, seguro que usted comenzará a vivir una vida diferente. Usted comenzará a encaminar su futuro hacia la victoria.

Padre, hoy entiendo que para vivir una vida como Tú quieres, tengo que tomar decisiones sabias. Ahora sé que ellas me llevarán hacia el éxito. Gracias por la sabiduría que me envías desde el cielo. La recibo, en el nombre de Jesús, amén.