miércoles, 27 de noviembre de 2013

¡Reír y vivir! - Devocional

Mirando las redes sociales encontré un interesante y conflictivo apunte que decía: “La felicidad no es un sentimiento, es una decisión”. Esta frase resulta fácil de pronunciar pero difícil de aplicar, ¿cierto? Incluso ha sido una auténtica batalla existencial poder definir la felicidad. Entre la filosofía, el humanismo y la religión se han sostenido intensos debates, al proponer sus teorías y respuestas a las miles de inquietudes que surgen sobre la idea expresada.
Happy beautiful young woman outdoorMuchos han desistido en buscarla. Otros viven insatisfechos por no hallarla. Pero algunos continúan haciendo lo necesario para encontrarla y disfrutarla.
Actualmente el mundo mira con asombro la destrucción bestial, provocada por la enorme tormenta habida sobre el país de Filipinas. Caos, sufrimiento, muerte, escasez, inseguridad, temores, enfermedades,... lo menos que sienten es paz y alegría. Hace unas semanas fue México, al afrontar hasta cuatro ciclones de limitada intensidad pero de similares consecuencias, a causa de los vientos y la lluvia. ¿Quién puede ser tan necio en proponer que nuestros hermanos filipinos y mexicanos deben decidir ser felices, en medio de su dolor o pena?
La respuesta a esta cuestión debe ser contestada según el espejo con que se mira. Pero lo verdaderamente importante es que en la actualidad debemos reflexionar y respirar profundo, para seguir caminando en la ruta hacia la realización plena de lo que hacemos y lo que seremos. ¿Tenemos la capacidad para lograrlo?
Honestamente no tengo todas las respuestas, porque yo aún vivo en medio del proceso igual que tú. Pero sí puedo decir que día a día declaro y afirmo que el favor divino me ayudará a reír y vivir feliz. ¿Lo hago porque lo siento? No. Resulta que tengo que decidir levantarme y creer en Aquel, que dejó empeñada su Palabra al expresar que en la vida llegarían dolores, sufrimientos, decepciones, fracasos, obstáculos, rechazos, calumnias, engaños, persecuciones y mucho más (Romanos 8:34-39).

Sí puedo decir que la felicidad es vivir plenamente. Es disfrutar lo que tenemos, mientras llega lo que vayamos a recibir según lo que hagamos, aunque ahora, paradójicamente y a veces, recibamos lo que no queremos. Vivir plenamente y en libertad es más que tener dinero, poder, fama, domino, influencia, o contactos. Es disfrutar la paz de Dios, que nos libera de toda culpa, que nos inspira a respetar a quienes nos rodean y nos llena de fuerza para poder extender la mano sin esperar nada a cambio.
¿Te atreves a intentarlo? Llénate de ánimo porque con la ayuda de Dios, tú podrás reír y vivir.
Fdo.:R. Á. P. C.
        M.G.L.

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