miércoles, 27 de noviembre de 2013

Mi barca - Ánimo en mensaje

mi barca

Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Mateo 8.26

La barca se mueve, la tempestad la mueve tan fuertemente
que podría tener miedo de caerme, pero no
No tengo miedo porque quien está dentro de mi barca es mi Padre
Es mi Padre y Él no me dejaré caer, pase lo que pase Él estará conmigo.
Mi barca parece inclinarse, parece que se rompe ya
Y el miedo empieza a suspirar en mis oídos diciéndome que llore ya.
Pero no, yo no lloro, quizás me preocupo, creo que es normal
Pero no tanto como para dejar de confiar.
La barca está moviéndose más violentamente,
Empiezo a creer que este será mi fin
Pero no lo será, ni el tuyo ni el mío
Porque tenemos a un Salvador que nos dice:
¡NO TE RINDAS, CONFÍA EN MÍ!
Y mientras el gran mar se viene hacia mí
Yo me voy hacia él con mi Jesús a cuestas.
Pasan las horas, pasan los días, pasan los “amigos”,
Y yo me quedo ahí en ese lugar quieto y mojado de soledad
Y podría quizás morir de tristeza, pero no.
Y se me pasa la idea de tirarme de la barca
Y dejarme comer por esa marea brava que no ha dormido nada
Y espera por mí, pero no lo haré.
Yo sigo en la barca y cierro los ojos y abrazo a Jesús.
Después de horas, días, “amigos”,
Un milagro viene a mi vida
Se acabó, la tempestad se acabó,
La tormenta terminó y yo tengo a mi Jesús conmigo en la barca
La marea entendió que nada podrá detenerme o hacerme desistir
Entendió que no estoy solo (a) porque tengo a un grande que cuida de mí.
Tengo a un gran Padre, Salvador, tengo todo lo que necesito
Y aunque la marea otro día vendrá con su braveza,
No lo hará, porque tengo en mi barca el refugio preciso para yo poder continuar.
Mi barca, gracias Padre por esta palabra.

Amigo(a) si la marea está persistiendo en derrotarte, si por un lado las cosas van bien y por otras muy mal, refúgiate en esa barca, en esa barca está Jesús.
Si las dudas y el temor se apoderan de tus nervios, dile a tus nervios y a esa marea
¡BASTA YA!, JESÚS ESTÁ EN MI BARCA Y NI TÚ, NI NADIE PODRÁ
DERRIBARME.
Es horrible que una marea, como un monstruo, abra su boca porque quiera comerte.
Lo entiendo porque lo vivo a diario, he llorado, he clamado, y siempre
que me refugio en la barca de mi Salvador, Él me dice: CONFÍA
CONFÍA, y yo aprendo en esa barca a confiar, a amar, a ser verdaderamente feliz.


 Sonría, sonría por favor sonría, aunque la rayita de la boca quiera irse para abajo, usted póngala hacia arriba, llore sí, está bien, pero llore con Dios a su lado. Él le dará esa paz que limpia, anima y ama.
¡Un fuerte abrazo!

Fdo.: E. C.

El viento bamboleaba mi barco en alta mar
El miedo me rodeó y queríame ahogar
Pero entonces clamé al hijo de David
Él me escuchó, por eso estoy aquí
El viento Él calmó, al miedo reprendió
Cuando Él le ordenó, el mar obedeció
No temo más al mar, porque firme está mi fe
En mi barquillo está Jesús de Nazaret
Si el miedo me cercare o el viento soplare
A Su nombre clamaré y Él me guardará 
¡Oh, Aleluya! La Palabra del Señor dice caerán mil a tu izquierda y diez mil a tu derecha ¡pero a ti no llegará! ¡Si el viento soplara contra tu vida, clama en el nombre de Jesús y Él te auxiliará!

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