miércoles, 13 de noviembre de 2013

Casco y Misil - Cristianismo - Vídeo

Otra vez tenemos un arma defensiva y otra ofensiva.
Efesios 6:17.  Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
¿Por qué un cristiano necesita un casco? Porque nuestra mente es un campo de batalla. Allí se libra un combate sin cuartel. Por un lado, las mentiras de Satanás quieren invadir la cabeza. Y por otro lado, la verdad de Dios quiere permanecer para guardarnos en libertad. El casco impide que la cabeza sea herida, impide que las mentiras de Satanás esclavicen la mente.
¿Qué ocasiona tener puesto el casco? El casco es la señal de autoridad de Cristo en nuestras vidas. Si Cristo es tu amo, tu Señor, estarás en obediencia y sumisión. ¡De ninguna manera Satanás podrá invadir tu mente, si estás en obediencia a Cristo!
Una persona que está bajo el señorío de Cristo vive llena del EspírituY esto significa estar lleno de la Palabra de Dios, lleno de las verdades de Jesús. Y las verdades del Espíritu son poderosos misiles con los que respondemos a los dardos de Satanás.
Si Satanás te dice que estás enfermo, contéstale que Cristo se llevó la enfermedad, te sanó. Si te dice que eres pobre, dile que Jesús se hizo pobre para que tú seas enriquecido. A una mentira contéstale siempre con la verdad de la Palabra. 
Velando en Oración.
Cuando los jugadores de fútbol tienen que disputar un partido, se “concentran” varios días antes. Dejan su familia, sus ocupaciones personales, todo, para pensar solamente en el partido. Un soldado que está en guerra vive permanentemente acuartelado. Deja su casa, su trabajo, para estar ocupado en defender su nación ¿Y el cristiano?
Efesios 6:18. Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 
El cristiano tiene que estar orando en todo tiempo con oración y súplica en el Espíritu y velando con toda perseverancia.
¡Perseverancia! ¡Velar en oración todo el tiempo! ¡Cuánto cuesta esto a los creyentes! Muchas veces Satanás les gana el partido por goleada, aunque Jesucristo es el mejor entrenador, porque los cristianos no van a esa “concentración de orar". Pero perseverar en oración no significa estar todo el día encerrado en un monasterio. Orar sin cesar es tener comunión con Dios, recordando sus verdades, diciendo su Palabra, manteniendo la fe mientras estamos haciendo las actividades cotidianas. 
Oración.
Mi cabeza tiene señal de autoridad: ¡Cristo es mi Señor! Su Palabra es autoridad en mi vida. Renuncio a las mentiras. Me lleno de la verdad y de la poderosa presencia del Espíritu Santo. 
Señor, perdóname por no haber perseverado en la oración. Reconozco que necesito estar en Tu Presencia para vivir en victoria. Por eso voy a buscarte cada día, cada momento, sin permitir que el diablo me ate y engañe con sus mentiras.

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