Cuando obtienes lo que deseas en tu lucha por ser alguien y el mundo te convierte en rey por un día, acércate a un espejo a mirarte y fíjate en lo que esa imagen te dice, porque no es el juicio que de ti haga tu padre, tu madre o tu esposa lo que debe resaltarse.
Lo que más importa en la vida es el veredicto del que está al otro lado del espejo.
Algunos pueden pensar que eres alguien en quien se puede confiar, incluso llegar a decirte que eres maravilloso, pero el que está en el espejo dirá que sólo eres un fanfarrón si no puedes mirarle directamente a los ojos.
A él debes agradar, no tengas en cuenta al resto porque él es claro contigo hasta el final, y habrás aprobado tu evaluación más difícil y peligrosa si el que está en el espejo es tu amigo.
Podrás engañar durante años a todo el mundo en tu paso por la vida y obtener palmadas en la espalda en señal de aprobación, pero la recompensa final será angustia del alma y lágrimas, si has engañado al hombre del espejo.
El que domina a otros es fuerte, el que se domina a sí mismo es poderoso.
Proverbios 16:32
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, el que domina su espíritu que el conquistador de una ciudad.
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, el que domina su espíritu que el conquistador de una ciudad.
Santiago 1:19
Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira.
Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira.
Proverbios 14:29
El lento para la ira tiene gran prudencia, pero el que es irascible ensalza la necedad.
El lento para la ira tiene gran prudencia, pero el que es irascible ensalza la necedad.
Proverbios 19:11
La discreción del hombre le hace lento para la ira, y su gloria es pasar por alto una ofensa.
La discreción del hombre le hace lento para la ira, y su gloria es pasar por alto una ofensa.
Proverbios 25:28
Como ciudad invadida y sin murallas es el hombre que no domina su espíritu.
Como ciudad invadida y sin murallas es el hombre que no domina su espíritu.
Eclesiastés 7:8
Mejor es el fin de un asunto que su comienzo; mejor es la paciencia de espíritu que la altivez de espíritu.
Mejor es el fin de un asunto que su comienzo; mejor es la paciencia de espíritu que la altivez de espíritu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario