2º Timoteo 4:16-18. “En mi primera defensa, nadie me respaldó, sino que todos me abandonaron. Que no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que por medio de mí se llevara a cabo la predicación del mensaje y lo oyeran todos los paganos. Y fui librado de la boca del león. El Señor me librará de todo mal y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén”.
¿Qué es lo importante? Pablo ha sido llamado a defenderse y ha sentido el abandono, no de la iglesia porque hay hermanos que están con él. El abandono que sintió es del liderazgo, de gente que no soportó los tiempos de crisis y que le rehuía para quedar expuesto. Y en medio de esa situación hay cosas que Pablo enumera como importantes:
A. El Señor estuvo a mi lado. Qué tremendo es Dios. El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos (Salmos 34:7). No importa cuanta presión haya, Dios jamás te abandona.
He estado caminando con Dios suficiente tiempo para atestiguar que nunca se apartó de mi lado. Él no puede decir lo mismo de mí, pero… si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo (2 Timoteo 2: 13).
B. Me dio fuerzas. No sólo está a mi lado, sino que no me deja moribundo. ”Es él quien me arma de valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado, y me mantiene firme en las alturas; adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar arcos de bronce. Tengo renovadas fuerzas en Dios” (Salmos 18:32-34).
C. Pude predicar el mensaje y que lo oyeran todos los paganos. Pablo está más interesado en predicar que en defenderse. De pronto me parece ver que Pablo usaba las audiencias, más para infiltrar el evangelio en medio de las clases poderosas, que para justificarse a sí mismo. Si esto es así, y seguro que sí, Pablo le daba utilidad evangelística a su tribulación. ¡Atento! Hoy serás llevado a diversos “tribunales”, no lo uses para tus fines, entiende que se te está dando pábulo para que prediques de Dios.
D. Fui librado de la boca del león. Esto es en sentido figurado, pero literalmente lo que Pablo dice, no es que le perdonaran, sino que Dios le libró. Personalmente no tengo una cobertura parcial, el seguro de Dios es contra todo riesgo sin fianza. Es cobertura total.
Resumiendo: Dios está a mi lado, me da fuerzas, me permite usar cualquier escenario de mi vida para predicar y me libra de los leones que me quieren devorar. Fidelidad y poder en su más pura expresión.
¿Qué es lo importante? ¿Estar libre? ¿Estar preso? ¿Estar solo? ¿Estar acompañado? Lo importante es tener Comunión con Él, ser fortalecido por su Espíritu, no cesar de predicar y saber que estoy bajo su cobertura.
En esta mañana seremos llamados “para dar razón de la esperanza que hay en nosotros”. “Señor, haz que no olvide que Tú estás a mi lado, que tengo toda tu potencia, que es una oportunidad para predicar y que tengo cobertura total. Gracias, Señor”.
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