sábado, 12 de octubre de 2013

El Valor de las Promesas - Crecimiento personal-espiritual

El valor de las promesas se basa en la garantía, en el cumplimiento. Hacemos promesas en la vida a otros y a nosotros mismos, ¿pero hemos sido fieles a ellas? Nuestro Padre Celestial nos ha hecho muchas promesas y ninguna de ellas ha fallado.
1 Reyes 8:56.
Bendito sea Dios, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.
El Valor de las promesas divinas  se demuestra en los siguientes aspectos:
Promesa de un Salvador.
Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Gálatas 4:4. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley. Lucas 2:11.
Promesa de Vida Eterna.
1 Juan 2:22. Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
Promesa de Liberación.
Salmos 34:19. Muchas son las aflicciones del  justo, Pero de todas ellas le librará Dios. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.
Promesa del Espíritu Santo.
Lucas 11:13. Pues si vosotros, siendo malos sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Promesa de respuesta a la oración.
Jeremías 33: 3. Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces.
Promesa de suplir todas nuestras necesidades.
Filipenses 4:19.  Mi Dios pues, suplirá todo lo que os falte conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Promesa en relación a los hijos.
Isaías 54:13. Y todos tus hijos serán enseñados por Dios; y se multiplicará la paz de tus hijos. Y este será mi pacto con ellos, dijo Dios: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Dios, desde ahora y para siempre.
Estas promesas divinas tienen garantía. Se cumplen.
Hebreos 10:23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Continúan hasta que el plan sea completado.
Salmos 119:90. De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste.
Compañerismo con Cristo.
1 Corintios.1:9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Nuestra victoria sobre la tentación.
1 Corintios 10:13. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Nos guardará del mal.
2 Tesalonicenses 3:3. Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.
Perdón de nuestros pecados.
1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Preservados hasta el día de Jesucristo.
1 Tesalonisenses 5:23,24 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
Habilidad para confiar en Él en todas las circunstancias y pruebas.
Salmos 119:75. Conozco, oh Dios, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.
No hay duda de que Dios es fiel. Su palabra lo confirma, Sus hechos, Sus promesas. Es necesario creerle a Dios y vivir para Él, en Él, por Él, y a través de Él. 
“Pon tu delicia en Dios y Él te concederá las peticiones de tu corazón” Salmos 37:4.

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