Quien te dijo que siendo cristiano no ibas a tener aflicciones te engañó, porque todos los que estamos en este mundo tendremos aflicciones de cualquier tipo tarde o temprano, llámense deudas, enfermedades, problemas familiares, muerte,...
Y cada uno de nosotros debe ser consciente de que está expuesto a enfrentarse a ellos. Problemas que en un momento determinado le van a desanimar, hasta el extremo de considerar que puede que las cosas nunca vayan a mejorar.
Sucede que por momentos nuestra fe decae al ver cómo cada día se acrecientan los problemas y las soluciones brillan por su ausencia.
Ahora bien, Jesús nos dejó una palabra que aún está vigente hoy en día; Él dijo:
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Juan 16:33 (Reina-Valera 1960)
Primero, nos aconseja que tengamos PAZ. Según el diccionario, una de las acepciones de paz es: “Virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego, opuestos a la turbación y las pasiones”; entonces podemos decir, que lo que Jesús nos quería transmitir era que teníamos que estar tranquilos con Él, porque a veces estamos tan turbados, que lo menos que hacemos es darnos cuenta de la seguridad que nos da Jesús.
Segundo, reconoce que tendremos aflicciones, o sea, que no podremos evitar enfrentarnos a situaciones que nos afligirán, pero Él mismo nos motiva a tener paz en medio de esas situaciones, imposibles de evitar que se den.
Tercero, nos invita a confiar en Él; según el diccionario, uno de los conceptos de confiar es: “Esperar con firmeza y seguridad”. En pocas palabras, lo que Jesús nos dice es que tenemos que confiar porque es seguro totalmente que Él hará algo.
Y resumiendo el versículo, podemos decir que Jesús nos motiva a tranquilizarnos, a reconocer que tendremos situaciones que querrán robarnos la paz, pero al mismo tiempo nos invita a esperar, con firmeza y seguridad, que Él hará algo maravilloso en nuestra vida.
Si de algo debemos estar seguros es de que Dios nunca nos deja solos, que siempre está pendiente de nuestras necesidades y de las situaciones que estamos viviendo. Todo ello nos debería llevar a mantener la paz que Él quiere que tengamos y sobre todo a esperar con firmeza lo que Él seguramente hará, porque es Él, y nadie más que Él, quien tiene la última palabra en cada situación.
Te invito a mantener la paz a pesar de las situaciones difíciles que se te presenten, te invito a creer en las palabras de nuestro Señor Jesús, que nos motivan a esperar con firmeza y seguridad en Él. Él ya ha vencido por nosotros, por lo tanto la confianza en su victoria es la seguridad de que todo saldrá bien.
¡Ánimo!, no te dejes vencer por las aflicciones, y que aún en medio de los momentos más difíciles de tu vida, puedas tener la seguridad total de que Dios actuará a tu favor. ¡No te dejes vencer por las circunstancias, confía en el Dios que gobierna todo!
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