lunes, 23 de septiembre de 2013

Aprendiendo de las derrotas - Devocional

No llores más por esa derrota, aprende a sonreír hasta en tus derrotas porque de ellas algo bueno aprenderás.
“Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos”. 2 Corintios 4:8-9 (NVI)
No todo en la vida será victoria tras victoria, es necesario también que muchas veces probemos la derrota, para darnos cuenta que el sabor de la victoria es mejor y más si es al lado de nuestro Dios.
A veces quisiéramos que todo fueran éxitos, que todo lo que hiciéramos siempre nos saliera bien, y de hecho es uno de nuestros anhelos, pero se nos olvida que somos humanos imperfectos, que muchas veces tomamos malas decisiones y que cometemos muchos errores, y todo ello nos puede llevar a algunas derrotas temporales.
Pero aun allí, en medio de la derrota se puede aprender. En mi vida no todo ha sido de color de rosa, también ha habido momentos duros en los que a solas he llorado con Dios, viendo que las cosas no salían como yo quería o como yo pensaba que tenían que ser.
No llores mas por esa derrota, aprende a sonreír hasta en tus derrotas porque de ellas algo bueno aprenderá.He sentido el sabor de la derrota, al darme cuenta de qué áreas de mi vida me eran difíciles de superar. La he probado al tomar decisiones que humanamente creía correctas, pero que bajo la voluntad de Dios no lo eran; he probado la derrota viendo como algunos planes que tuve no salieron como esperaba, pero aun en medio de todo eso, Dios siempre me ha enseñado algo, cosas que he aprendido siendo derrotado, por lo que a la próxima no volveré a caer en el mismo error.
Y es que tenemos que ser optimistas, tenemos que ver las cosas que nos suceden como una experiencia que nos puede ayudar, a no volver a cometer los mismos errores, a ser mejores personas y mejores cristianos.
La vida está llena de victorias y también de muchas derrotas, pero depende de cada uno de nosotros reciclar lo bueno de cada derrota y sacarle utilidades. Personalmente siempre he creído que Dios permite que pase por momentos duros y de derrota, porque quiere capacitarme para ayudar a otra persona que pase por lo mismo. Consecuentemente, he aprendido a ver mis derrotas como un taller de aprendizaje, en donde al final siempre hay algo nuevo y bueno que aprender, para llevar una palabra a otra persona que la necesite.
Querido amigo y amiga, si en estos momentos estás pasando por una derrota temporal, déjame aconsejarte que saques algo bueno de todo eso; examina todo y recicla lo que consideres que te puede ser útil. Tranquilo, el mundo no se acaba, serán más las victorias que vendrán sobre tu vida que las derrotas que verás, porque tú eres victorioso en el Señor, y aunque en este momento estés pasando por esa experiencia difícil, al final TODO te ayudará para bien porque Dios así lo ha prometido.
No llores más por esa derrota, aprende a sonreír hasta en tus derrotas porque de ellas algo bueno aprenderás. No permitas que la tristeza se apodere por completo de tu vida, sino permite que el GOZO CON EL SEÑOR sea tu FORTALEZA.

Los grandes hombres de la Biblia también pasaron por derrotas, como Abraham, José, Moisés, David... que nos lo testificarán en el cielo, pero gracias a que supieron sacar algo bueno de todas ellas y no quedaron derrotados para siempre, hoy en día podemos leer y hablar de ellos porque sus nombres figuran en la lista de los hombres de Dios.
Nosotros también podemos figurar en las listas actualizadas de hombres y mujeres de Dios, no rindiéndonos, levantándonos cuantas veces tropecemos e intentándolo diariamente. La victoria es difícil conseguirla sin que antes hubiera derrotas.
Recicla lo bueno de tus derrotas y de ellas crearás nuevas victorias.

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