jueves, 26 de septiembre de 2013

Amor del Corazón - Reflexiones - Vídeo

Hoy en día las aventuras amorosas no son inusuales entre jóvenes adolescentes. Y no es particularmente sorprendente que dichas aventuras amorosas terminen por una u otra causa. Normalmente, los adolescentes soportan sin grandes problemas, al menos aparentemente, el dolor de una relación acabada y descubren que hay otros peces en el mar.
Esta típica norma sirve de ilustración a la historia que comenzó cuando Felipe Garza Jr. comenzó a salir con Donna Ashlock. Felipe y Donna salieron juntos hasta que Donna enfrió el romance y comenzó a salir con otros muchachos.
Un día, Donna se doblaba de dolor. Los médicos rápidamente descubrieron que Donna se estaba muriendo de una enfermedad degenerativa del corazón y necesitaba un trasplante desesperadamente. Felipe se enteró de la condición de Donna y le dijo a su mamá: Voy a morir y le daré mi corazón a mi novia. De vez en cuando los muchachos dicen cosas tan irracionales como ésta. 
En aquel tiempo, Felipe aparentaba para su madre estar en perfectas condiciones de salud. Pero tres semanas después, despertó una mañana y se quejó de dolor en el lado izquierdo de su cabeza.
Comenzó a perder el aliento y a no poder caminar. Fue llevado al hospital, donde se descubrió que una vena de su cerebro había explotado, causándole la muerte cerebral. 
La súbita muerte de Felipe desconcertó a sus médicos, y mientras permanecía con el respirador artificial, su familia decidió permitir a los cirujanos quitarle el corazón para Donna, y sus riñones y ojos para otros que necesitasen esos órganos.
Donna recibió el corazón de Felipe. Después del trasplante, el padre de Donna le contó que Felipe había estado verdaderamente enfermo tres meses antes de morir. Y añadió: donó sus riñones y sus ojos. Hubo una pausa y Donna dijo: Y yo tengo su corazón.
Su padre le dijo: sí, eso fue lo que él y su familia deseaban. La expresión de ella cambió un poquito. Entonces le preguntó a su padre quién lo sabía. 
Él le dijo que todos. Y nada más se habló.
Varios días después, un cortejo fúnebre comenzaba a moverse entre los huertos y campos de Patterson, California. La procesión era tan larga que parecía la de un príncipe, pero era la de Felipe. Sus únicos anhelos fueron su amor y su corazón.


Es inolvidable que una persona ofrende su vida para que alguien a quien ama pueda vivir. Y es inolvidable que usted haya recibido un nuevo y saludable corazón, de alguien que le amará más de lo que usted pueda apreciar.
Haga que cada instante de su vida sea un tributo hacia aquél que le amó tanto, como para dar su vida por usted…
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

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