miércoles, 28 de agosto de 2013

La combinación perfecta - Reflexión

combinacion
Cuando quieres alcanzar metas en la vida, tienes que procurar hacer las cosas lo mejor posible y luchar en contra de la corriente si es necesario.
Nadie dijo que estar en los caminos de Dios fuera a resultar fácil, todo lo contrario, es una lucha constante contra el pecado, contra las situaciones que se te presentan a diario, luchas por tu familia, por tu ministerio y por las cosas que quieres alcanzar en Cristo.
A cada uno de nosotros Dios nos entrega algo, ya sea un don, un ministerio para servir y muchísimas cosas más. No basta con pedirle a Dios que nos entregue cosas, sino que una vez que nos las entrega, la clave está en cómo hemos de operar con ellas; no todo será de color de rosa, es entonces cuando verdaderamente le debemos demostrar a Dios que valió la pena su entrega, para que cada día nuestro Padre se sienta feliz y dichoso por habernos entregado eso. Es entonces cuando tenemos que ser diligentes, hacer las cosas bien antes, durante y sobre todo después de que Dios actué en nuestra vida. Haciéndolas siempre con excelencia. En esto consiste la diligencia.
Mas a pesar de que estemos haciendo las cosas bien, los resultados que vamos a obtener no van a ser tan buenos como lo esperamos, porque Dios va a aprovechar cada instante para probar nuestra fe, nuestra confianza en Él, y además, para probar nuestro corazón. Es entonces cuando debemos demostrar nuestra casta, debemos mostrar de qué estamos hechos, y ya que somos hijos de un gran Dios, tenemos que ser valientes y esforzados, luchar contra la corriente. No va a ser nada fácil sentir que hasta en nuestra propia iglesia hay situaciones o personas que se interponen como obstáculos, y además, el enemigo siempre estará pendiente de dañar nuestros planes y va a querer tramar algo para que las cosas no nos salgan bien.
Tal vez la corriente contra la cual estás luchando se encuentre en tu trabajo, en tu jefe, en tus compañeros, en tu hogar o en tu familia, en tus supuestos amigos, compañeros de estudio o de ministerio o puede que sean miles de problemas que tengas en estos momentos, pero si Dios te ha llamado es porque eres un valiente, porque Él vio algo especial en ti, más que cualquier otra persona, Él sí cree que te puedes levantar y conseguir eso por lo que tanto estás luchando para alcanzarlo.


Todos los personajes de la Biblia tuvieron luchas y guerras que enfrentar, pero también es cierto que consiguieron la victoria. Si tú quieres conseguir metas y sueños en la vida, tienes que actuar bien, esforzarte, levantarte y pelear la buena batalla de la fe. No limites tus sueños, ni mucho menos limites ni retrases lo que Dios quiere hacer en ti.
Si nos ponemos a analizar a esas personas que Dios usó de manera sobrenatural, por lo general no eran adinerados, no tenían grandes fortunas, quizá no tenían ni siquiera una imagen muy clara de lo que era una familia. Por ejemplo, Moisés vivió con una familia que no era realmente la suya, mató a un hombre y terminó siendo perseguido, pero aún así Dios tenía un propósito con él. Y tuvo muchas experiencias únicas y espectaculares con Dios.
Josué estuvo en el desierto con Moisés, fue su siervo y compañero fiel, pero tuvo que ser valiente y esforzado, tanto es así que fue su sucesor. Él sabia todas las luchas que iba a tener, enfrentarse en muchas guerras, conquistar tierras. Y no le temió a nada, por ende, con él consiguieron la tierra prometida. ¨mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.¨ Josué 1:9 (Reina-Valera 1960).
Y qué decir de Gedeón, el cual junto a su pueblo estaba siendo azotado por los madianitas, cuando de repente Dios le llamó para que les derrotara; ¨Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.¨ Jueces 6:12 (Reina-Valera 1960); Miren el concepto que tenía Dios acerca de Gedeón, de hombre fuerte y valiente, que tal vez ni el mismo Gedeón tenía ese concepto de sí mismo.
Entonces él respondió: ah, señor mío ¿con que salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor de la casa de mi padre.¨ Jueces 6:15 (Reina-Valera 1960); qué situación tan parecida a la de muchas personas en la actualidad, ¿Quién te dijo que a Dios le interesa que tú tengas dinero para usarte? ¿Quién te dijo que aunque seas el menor de tu casa, Dios no puede hacer algo contigo? Dice la palabra que a lo vil y menospreciado elige Dios, pues más claro no puede estar, Dios tiene un concepto más grande sobre nosotros que el podamos tener nosotros mismos; hay que llamar las cosas que no son como si fuesen. Si te sientes débil, negligente, perezoso o temeroso, hoy Dios te llama valiente, hoy Dios te dice que eres fuerte, (diga el débil fuerte soy), Él te está llamando por lo que en realidad eres tú, no por cómo las circunstancias o las personas dicen que eres.

 No dudemos, no cuestionemos, porque Dios en realidad nos está llamando para algo grande, Tienes a Dios, que es lo más importante, en el cual hallarás la combinación perfecta: la diligencia, la valentía y la fortaleza para alcanzar la victoria.

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