martes, 23 de julio de 2013

¡Que hablen mal de mí! - Devocional aliento - Vídeo

“Dios los bendecirá cuando, por causa mía, la gente los maltrate y diga mentiras contra ustedes. ¡Alégrense! ¡Pónganse contentos! Porque van a recibir un gran premio en el cielo. Así maltrataron también a los profetas que vivieron antes que ustedes”. Mateo 5:11,12
Disculpen mi pregunta, tan ingenua, pero ¿A cuántos de nosotros nos ha tocado soportar toda clase de mentiras en nuestra contra?
Mentiras que como único objetivo tienen manchar nuestra imagen y hacer que la gente nos vea mal. ¿O bien que, simplemente llevados por la envidia, quieren buscar una forma de acusarnos, a pesar de que saben muy bien que lo que están a punto de decir es una especulación o una malvada mentira?
Aunque no lo crean, yo me alegro cuando alguien habla de mí diciendo mentiras, queriendo buscar una excusa para tratar de comprobar que Dios no está conmigo. Lo repito, aunque no me lo crean me alegro; me alegro porque sé, en primer lugar que es una mentira, y en segundo lugar, que por causa de esa mentira seré bendecido.
Pero lamentablemente hay personas a las que las mentiras en su contra les afectan, hasta el punto que el enemigo logra su objetivo, que es que bajen la guardia.
Cuando tú te decides por el Señor y buscas cada día tratarle de agradar con un corazón sencillo y humilde, vendrán a tu vida uno y mil ataques de personas que querrán difamarte, que hablarán mal de ti y que inventarán toda clase de mentiras, por simple pasatiempo o por la envidia de que nunca podrán ser como tú.
A esta clase de personas que inventan toda clase de mentiras, les mueve un sentimiento de inferioridad que les hace creer que así van a  conseguir una mejor posición social o creen que de esa forma ganarán un cierto crédito o autoridad de la gente.
Pero qué equivocados están, la autoridad o el crédito social no se ganan a base de pisotear a otros, ni mucho menos a base de hablar mal de sí mismos, porque aunque no se den cuenta, lo que hacen es hablar de sí mismos, o ¿acaso no somos hijos de un mismo Padre? Pero lastimosamente no comprenden esto, cegados por la envidia de no poder alcanzar los triunfos que esa persona, de la cual inventan toda clase de mentiras, ha obtenido.
Si tú eres una persona que últimamente te has sentido mal porque alguien anda hablando mal de ti o porque simplemente han inventado cosas que ni en tu vida harías, NO TE PREOCUPES, ya somos dos, jajaja, no eres el único. Si te preocupas por esas cosas estarás cayendo en su juego y en la estrategia satánica que quiere menospreciarte y hacerte sentir terriblemente mal para luego derrotarte fácilmente. Pero cuando tú comprendes que esos falsos testimonios, que esos cuentos de viejas, como decía que eran el Apóstol Pablo, están provocando nada más que la bendición de Dios se derrame más sobre tu vida, entonces el panorama cambia.

En el pasaje que leímos al inicio, en la versión de la Biblia en lenguaje sencillo, específicamente en Mateo 5:11 dice: “Dios los bendecirá cuando, por causa mía, la gente los maltrate y diga mentiras contra ustedes. ¡Alégrense! ¡Pónganse contentos! Porque van a recibir un gran premio en el cielo”. ¿Qué es lo que hacemos nosotros?, ¿no es la obra del Señor?, ¿no es tratar de vivir conforme a su voluntad?, entonces no te preocupes, no te sientas triste, al contrario, la Biblia nos invita a ¡alegrarnos!, a ¡ponernos contentos! De eso trata la vida cristiana, de comprender que el que se mete con nosotros, primero tiene que pedir permiso al Señor Dios Todopoderoso; entonces la pregunta sería: ¿por qué hemos de alegrarnos y ponernos contentos?, simplemente porque vamos a recibir un premio en el cielo, por eso.
Amados, hoy quiero invitarlos a sonreír, a ver esa clase de situaciones como un premio más que obtendremos en el cielo. ¿Cuántos premios recibiremos algunos de nosotros?: algunos de nosotros vamos a ser tremendamente premiados, siempre y cuando nos mantengamos haciendo su voluntad y tratando de agradarle, pues si lo que dicen es verdad, ¿para qué ponernos tristes o enojados?, simplemente sonriamos y vivamos la vida en Cristo, quien nos amó y nos ama, quien ha hecho por nosotros más de lo que alguien en su vida hará; tú eres un hijo o una hija de Dios, ¿por qué preocuparte?
No estés ya triste, sonríe y vive tu vida cristiana tratando de agradar a Dios, nuestro Señor que está en todas partes observará tu corazón y la sinceridad que hay en él para agradarle, y por tal motivo levantará tu cabeza delante de todos y te pondrá en lo más alto.
Dios no tendrá al justo por injusto, Dios es Juez Justo

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