Para lograr esto, debemos ser mansos y humildes como lo fue Moisés, que amó tanto al pueblo rebelde de Israel, que cuando Dios le dice que lo va a destruir, en vez de decir que sí, de acuerdo, intercede por ellos, solicitando el perdón y la misericordia de Dios.
Éxodo 2:9, y la hija del faraón le dijo: Llévate a este niño y críamelo. Yo te pagaré por hacerlo. Fue así como la madre del niño se lo llevó y lo crió. Cuando Dios escoge a Moisés, la hija de Faraón le rescata de las aguas, pero Dios quería que Moisés creciera lleno de amor, por lo que cuando persisten para que una nodriza le aliente y le críe, llega su misma Madre; ¡qué bendición!, esta madre fue apartada de su hijo y ahora Dios se lo devuelve, y qué doble bendición para esta mujer, que hasta le iban a a pagar por criar a su propio hijo. Hijos de bendición seamos para nuestras madres que hacen un gran esfuerzo para que tengamos lo mejor; lo que Dios quiere que entendamos, es que todo lo que hagamos lo hagamos por amor y agradándole a Él.
Mateo 20:4, y a éstos les dijo: Vayan también ustedes a la viña, y les daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Aquí podernos ver una invitación de parte de Dios, vayan a mi viña a trabajar; vayamos al afligido, al necesitado, al hambriento, al enfermo, al de corazón desanimado, llevémosle palabras de amor y salvación de parte de Dios, busquemos en todo momento servir con amor a Dios, porque Él nos pagará a su tiempo y su pago será medida buena y rebosada, y al final la vida eterna. Nunca sirvas a Dios por condición, compromiso o interés, sírvele con todo tu corazón por amor a Él, agradecido por rescatar tu vida de la mala vida, de una vida de muerte.
Marcos 9:41 “Porque cualquiera que les dé a ustedes a beber un vaso de agua, por razón de su nombre como seguidores de Cristo, en verdad les digo que no perderá su recompensa. Cualquiera que ame y dé a otros con el amor de Dios, Dios no le dejará sin su recompensa, sin su bendición, porque Dios premia al de corazón bueno y entendido. Dios Paga fielmente a todo aquel que fielmente le sirve con amor, sin interés, sin esperar nada a cambio, con la misericordia y bendición de Dios para cada día de nuestra vida.
Proverbios 11:25 El que es generoso, prospera; el que da, también recibe. Dios nos enseña que debemos ser generosos con los demás, porque Él prospera el corazón y el alma de aquel que da generosamente; también nos enseña la Ley acerca de la siembra y la cosecha, que dando es como recibimos, y Dios derramará bendiciones abundantes sobre todos aquellos que dan con amor. Por exaltar y enaltecer el nombre Santo de Dios, Dios te dio; da como Él lo manda, con amor, porque Él es justo y da al justo conforme a sus hechos. Dios es misericordioso, sé, pues, misericordioso con tu prójimo y con todos, y aunque te hayan hecho daño, PERDONA.
Hebreos 6:10 Porque Dios es justo, y no olvidará lo que ustedes han hecho y el amor que le han mostrado al ayudar a los del pueblo santo, como aún lo están haciendo. Dios es Justo y nunca se olvidará de todos aquellos que dan con amor. Si tú tienes un hermano en la congregación a la que asistes que está pasando necesidades, dale generosamente, porque en tu necesidad Dios se acordará de ti y te bendecirá, por eso la misma palabra de Dios dice: al que al pobre da a Dios presta; sigue ayudando con amor al necesitado, al angustiado y afligido, porque Dios paga con medida grande y rebosante. Recuerda que Dios se acuerda del justo en el día malo, por eso todo lo que hagamos hagámoslo con amor para honrar a Dios, porque Dios es amor y no olvida la mano generosa que bendice a sus hijos.
1ª Corintios 3:8 El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo. Recuerda ir a la viña del señor Jesús, porque Dios paga a todos por igual; tanto al que predica, al que sirve y al que da generosamente, Dios a cada uno le pagará lo justo, le recompensará por haberlo hecho por amor a Él, por agradecimiento a Él, con los favores recibidos, con las bendiciones recibidas, con tu sanidad recibida, al salvarte. Lo que sí es cierto es que Él es generoso y te pagará por todo lo que hiciste para la gloria de su Nombre Santo, porque Dios ve a todos por igual; lo que Él premiará es tu esfuerzo por servirle, seas predicador, pastor, evangelista, director de alabanza, diácono, servidor, el que cuida el aparcamiento de la iglesia, o el que limpia toda la casa de Dios, Él premiara tu esfuerzo y tu trabajo.
Mateo 25:37 Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o falto de ropa y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” 40 El Rey les responderá: “Os aseguro que todo lo que hicisteis por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, por mí lo hicisteis. No cerremos nuestro corazón a las necesidades de otros, y digo corazón porque sé que has visto la necesidad de otros y no extendiste tu mano para bendecirles, y aunque muchos han murmurado y criticado al que está pasando por luchas y pruebas, el secreto de este trozo de la palabra de Dios es que estas personas, después hicieron todo sin interés, por amor a Dios y al prójimo, ellos sólo obedecieron a Dios, hicieron como a Él le agrada, porque cuando Él les dice: porque hicieron esto a mis hijitos los más pequeños, a mí me lo hicieron, ellos dicen: ¿Cuándo lo hicimos?, es porque es su forma de vida, por amor y sin interés de nada.
Mateo 25:34 Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: Venid vosotros, a quienes mi Padre ha bendecido; recibid vuestra herencia, el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Cuando trabajamos para Dios por amor y agradecidos por todo lo que Él ha hecho por nosotros, Él nos recompensará llevándonos a su reino celestial; lo importante es que lo hagamos por amor, Dios es amor, y Él nos enseña a amarle a Él sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Padre Santo, Padre Bueno, Padre justo, Padre amoroso, Padre misericordioso, hoy te pido con todo mi corazón, pon tu amor en mi corazón y ayúdame a obrar por amor a ti, para que mi forma de vida sea agradable a tus ojos y yo pueda amar sin interés como Tú me amas, para glorificar tu nombre santo hoy y siempre, te necesito, pon más amor en mí.
También te pido por los que leerán este mensaje; que aprendan que todo lo que hagan lo hagan por amor a ti para engrandecer y exaltar tu Nombre Santo. Jehová es tu nombre, bendíceles y rodéales de tu amor hoy y siempre, ayúdales en su necesidad y en su búsqueda de santidad para acercarse a ti, en el nombre de Jesús, amén.
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