martes, 25 de junio de 2013

¡Más Excelente! - Crecimiento personal-espiritual

Pero ahora a Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, se le ha dado un ministerio que es muy superior al sacerdocio antiguo porque él es mediador a nuestro favor de un mejor pacto con Dios basado en promesas mejores.”
Hebreos 8.6
Si una palabra sobresale aquí, es “mejores” en su lenguaje original, y seria traducida específicamente como “más excelentes.”
Comencemos diciendo que todo con Jesús es “más excelente.” Puede que disfrutes las cosas sin Él, puede que sientas que las cosas son excelentes sin Él, pero con Él, las cosas serán siempre más excelentes.
Hay tres cosas que este versículo dice que son “más excelentes” a través de, o por Jesús: 
La primera es que el trabajo de Jesús por sus oraciones y sacrificios para con nosotros, son mucho mejores que la vieja manera de hacer las cosas.
En el pasado y en otras religiones, cosas como sacrificios y confesiones necesitaban ser hechas periódicamente para poder recibir salvación. Jesús hizo ese sacrificio una sola vez por todas. 
La segunda cosa que es “más excelente” es el pacto de que Él es mediador con Dios. Este pacto es un vinculo de amistad entre Dios y nosotros, con Jesús en el medio. Es irrompible porque Jesús lo sostiene.
La tercera cosa que es “más excelente” son las promesas. Estas promesas son divinas por naturaleza, vienen de Dios y son promesas de bendición y beneficios de la salvación. No se trata de un evangelio de prosperidad en donde te harás rico porque Dios te lo dijo. Se trata de los beneficios que cambian nuestras vidas porque tenemos salvación, relación y amistad con Dios. Si no hubiese beneficios en la salvación, ¿entonces por qué seria tan importante?; así que, por supuesto que hay beneficios: beneficios más excelentes.

Es fácil pensar que no necesitamos a Dios en nuestra vida, especialmente cuando sentimos que las cosas van bien o excelentemente bien sin Él. Es como si pensáramos que no necesitamos a Dios en las áreas que están bien. Le tratamos como un conservador de vida y sólo le buscamos cuando nos estamos ahogando. Puede que creamos tener un sistema de hacer las cosas sin Dios y nos vaya bien. Sin embargo, seguro que todo es más excelente cuando Él es parte de ese sistema.
Hoy, ¿en qué áreas de tu vida dejas a Dios por fuera, porque sientes que las cosas están muy bien por sí mismas o porque estás obteniendo excelentes resultados? ¿Será tu vida amorosa, el trabajo, hábitos alimenticios, las finanzas,....? Puede que parezcan excelentes, pero si incluyes a Jesús en ellas, siempre serán aún más excelentes.

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