viernes, 7 de junio de 2013

Logrando la Calma - Reflexión - Vídeo

Es casi imposible dormir si estás demasiado tenso. ¿El recuerdo de los eventos del día te impide conciliar el sueño? ¿Sientes como si escalases una montaña y empujases una inmensa piedra con un palo diminuto? 
Memoriza entonces las siguientes palabras, y tu problema quedará resuelto:
Levantaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra.
Salmos 121:1-2
¿Estás preocupado ante la posibilidad de cometer errores, de causarle una desilusión a tu jefe, o fallarle a tu familia? Graba en tu interior estas palabras:
No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
Salmos 121:3-4

¿Te afectan sobremanera las innecesarias ansiedades, que a veces sientes por tu vida o por tu salud?  Memoriza lo siguiente:
El señor es tu guardador; el Señor es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te herirá de día, ni la luna de noche.
Salmos 121:5-6
¿Has comenzado ya a agonizar por las fechas límites del próximo mes, por los impuestos a pagar el año venidero, por la matrícula universitaria que hay que costear los próximos diez años, o por suplir de fondos a tu cuenta de jubilación de aquí a treinta años? ¿Cargas con todo esto al disponerte a reposar tu cabeza en la noche, sobre la almohada? Aprende las siguientes palabras:
El Señor te protegerá de todo mal; Él guardará tu alma.
El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
Salmos 121:7-8
¡Acabas de memorizar un salmo completo!  Repítelo cada noche. Sustituye “tu” por  “mi”, y  “te” por  “me” de modo que lo personalices.  Entonces, descansa sabiendo que Dios te tiene a ti, tu vida y al resto del universo bajo Su control.
Jeremías 31:26
Y mi sueño me fue agradable.

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