lunes, 13 de mayo de 2013

¿Y tu relación con Dios? - Devocionales - ¿Es Dios lo más importante en tu vida? - Vídeo

¿Y tu relación con Dios? 

A veces perdemos el rumbo que deberíamos llevar, a veces nos afanamos en otras cosas que no son el fin principal de la vida.
En ocasiones dejamos que el trabajo, el dinero y otras ocupaciones ocupen el lugar más importante en nuestra vida. Nos preocupamos por tener dinero, por vestir bien, por tener lo último en tecnología, por tener una bonita casa y muchas otras cosas materiales, pero nos olvidamos de nuestra relación con Dios, que debería ser lo más importante en nuestra vida.
Nuestro Señor Jesús nos enseño a través de un ejemplo:

“Luego les contó una historia: Un hombre rico tenía un campo fértil que producía buenas cosechas. Se dijo a sí mismo: “¿Qué debo hacer? No tengo lugar para almacenar todas mis cosechas”. Entonces pensó: “Ya sé. Tiraré abajo mis graneros y construiré unos más grandes. Así tendré lugar suficiente para almacenar todo mi trigo y mis otros bienes. Luego me pondré cómodo y me diré a mí mismo: ‘Amigo mío, tienes almacenado para muchos años. ¡Relájate! ¡Come y bebe y diviértete. Pero Dios le dijo: “¡Necio! Vas a morir esta misma noche. ¿Y quién se quedará con todo aquello por lo que has trabajado?”. Así es el que almacena riquezas terrenales, pero no es rico en su relación con Dios, es un necio.” 

Lucas 12:16-21 (Nueva Traducción Viviente)
¿Qué es lo más importante para ti en este momento?, ¿Tu trabajo? ¿Obtener bienes? ¿Relajarte? ¿Divertirte? ¿Qué es lo más importante? ¿Será que lo más importante para ti en este momento es tu relación personal con Dios?
Nos preocupamos por todo menos por estar bien con Dios, buscamos añadiduras antes que el reino de los cielos. Queremos recibir, pero no ponemos nada de nuestra parte y lo que es peor, terminamos enojándonos con Dios por no responder a nuestros caprichos.
¿El dinero es malo?, no, pero el amor al dinero si. ¿Los bienes son malos?, no, pero vivir sólo para ello sí. ¿Trabajar es malo?, no, la misma Biblia dice que el que no trabaja bueno es que no coma; es importante trabajar, pero lo malo es cuando el trabajo se convierte en tu vida, cuando ocupa el lugar que debería ocupar Dios, cuando haces de tu trabajo o de tus intenciones de querer dinero o bienes lo primordial en tu vida.
Hoy te invito a hacer de Jesús lo más importante en tu vida, pero no sólo de palabra, sino con acciones. Hoy quiero motivarte a tratar de ser rico en tu relación con Dios.
Dedícale tiempo a Dios, ora cada día, lee su Palabra, congrégate, obedece a Dios, ama a tu prójimo, ten misericordia de los demás como Dios la ha tenido contigo, no tengas mayor concepto de ti mismo que el que debes tener, pero sobre todo ama a Dios cada día y que tu vida sea un homenaje al Señor, que todo lo que hagas, hables, veas, oigas o pienses glorifique el nombre de Dios y que tu mente tenga como lo más importante de tu vida tu relación personal con Él.
Cuando nos decidimos a ser ricos en el Señor a través de lo espiritual, Dios se encargará de bendecirnos en lo material si así fuese su voluntad.

¡Seamos ricos espiritualmente y hagamos de Dios lo más importante en nuestra vida!


¿Es Dios lo más importante en tu vida?

Reflexiona por un momento sobre lo que ahora mismo es Dios para ti. Es decir: ¿Es Dios, en este momento de tu vida, lo más importante para ti?
A veces vamos por la vida sin un sentido correcto de la existencia, nos levantamos y hacemos cada una de las rutinas diarias sin pensar muchas veces en Dios y en lo que Él significa para nosotros en nuestra vida diaria.

Hoy te despertaste y fue Dios quien te dio vida, seguramente te levantaste de tu cama y fue Dios quien lo permitió, seguramente tienes ropa que ponerte o alimento que comer y es Dios quien te lo ha otorgado. Muchos están en su trabajo y fue Dios quien los puso allí. Otros tienen el privilegio de leer en un teléfono móvil, en una Tablet o en un dispositivo inteligente de última generación y fue Dios quien les proveyó de ese privilegio.

Quizá muchos hoy están muy bien económica o laboralmente y no fue exclusivo de 
su capacidad la que les llevó hasta allí, sino Dios quien les dio esa inteligencia y capacidad para llegar hasta donde han llegado.

¿Se dan cuenta que a veces hay cosas que pasan por nuestra vida, sin percatarnos de que Dios es el artífice de todo? Así mismo, en ocasiones podemos estar viviendo con Dios de nuestro lado, pero olvidándonos que está allí.

¿Cuándo deja de ser Dios lo más importante en mi vida?: cuando poco a poco olvido cada detalle que Él ha tenido para conmigo; cuando comienzo a vivir mi vida más pendiente de los afanes, que de disfrutar lo que Dios ya me dio; cuando comienzo a quejarme por todo, sin darme cuenta de que Dios ha sido extremadamente bueno conmigo; cuando comienzo a reclamar a Dios algo que Él no tiene obligación de darme; cuando dejo que los problemas de la vida me hagan pensar que me irá mal, olvidándome de esta manera que quien me cuida es Dios.

Sería deseable reflexionar sobre cada detalle que Dios ha tenido para nuestra vida y por ende, comenzar nuevamente a volver nuestra mirada a Dios y hacerlo lo más importante en nosotros.
¿Cómo puedo hacer de Dios lo más importante en mi vida?: primero, manteniendo una comunión real y diaria con Él a través de la oración, la lectura de la Palabra, y manteniendo siempre en mi mente el objetivo de agradarle en todo lo que haga durante mi jornada. Segundo, agradeciendo en lugar de quejarme. Agradecer a Dios es un acto de sometimiento y obediencia, porque tienes contentamiento con lo que Dios está haciendo en tu vida. El error que muchos cometemos es reclamarle a Dios algo, que quizá Él no ha tenido a bien darnos por el momento. Cuando Dios observa que podemos vivir con lo que Él nos da, entonces evaluará si es momento de subirnos al segundo nivel y darnos más, y si Él observa que es el momento, es porque sabe que tendremos la suficiente capacidad para administrar eso de más que Él nos dará. En pocas palabras, si en lo poco eres fiel, también lo serás en lo mucho, o como dice la Biblia: “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Mateo 25:21 (Reina-Valera 1960).
Cuando hago de Dios lo más importante en mi vida, es cuando aprendo a vivir confiadamente y a no afanarme por lo que viene mañana, sino a confiar plenamente en que soy de Dios y que Él me cuida.
Debes motivarte a hacer de Dios lo más importante de tu vida, comienza a cultivar en ti una vida devocional, en donde cada día puedas dedicar unos minutos a Dios y en donde durante todo tu día, puedas recordar que vives para agradarle a Él.
Cuando hacemos de Dios lo más importante, es cuando le logramos sacar una sonrisa a Dios, esa sonrisa que transmite lo feliz que Él se siente, de que seamos conscientes de su presencia en nuestra vida.

¡HAZ DE DIOS LO MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA!

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” 

Mateo 22:37 (Reina-Valera 1960) 

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