jueves, 16 de mayo de 2013

El poder de la Palabra - Devocional - Vídeos

MATEO 8: 16, 17  Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;
Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

INDRODUCCION: a la luz de la Santa Escritura, estudiaremos el poder de la palabra en la boca de Jesús, hijo de Dios, y en la boca de los siervos de Dios. Veámoslo en dos partes.
  1. EL PODER DE LA PALABRA EN LA BOCA DE JESÚS, HIJO DE DIOS
251879_10151299068806713_1785224539_nLiberaciones y sanidades (Mateo 8: 16). Analicemos algunos ejemplos específicos: el leproso (Mateo 8: 1- 3), el siervo del centurión (Mateo 8: 5-13), calmó la tormenta  Mateo 8: 23- 27; Marcos 4: 39), la higuera estéril (Mateo 21:18 – 21), el hijo de un noble  (Juan 4: 46 -53), la resurrección de Lázaro (Juan 11: 40-43). ¡Solamente declarando la palabra!
Jesús sanó e hizo milagros de distintas maneras: dando una orden (Mateo 9: 6, 7), recompensando la fe del enfermo (Mateo 9: 22; Marcos 10: 52), tocando (Mateo 9: 29, 30), expulsando (Mateo 9: 32, 33), por compasión (Mateo 14: 14), permitiendo que tocaran su manto (Mateo 14: 34 – 36), dando gracias (Mateo 15: 36), a distancia (Juan 4: 46 – 53), entre otras formas. También usando la palabra (Mateo 8: 16). ¿Tiene poder la Palabra del Señor nuestro Dios? ¡Amén que sí!
EL PODER DE LA PALABRA EN LA BOCA DE LOS SIERVOS DE DIOS.
A. ABRAHAM: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío (Génesis 22: 8). Así sucedió; Jehová se proveyó de cordero (vr. 13)
B. CALED: “Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos (Números 13: 30). Así sucedió con la generación que nació en el desierto y que Josué lideró; conquistaron la tierra prometida: Canaán (libro de Josué).
C. DAVID: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo (1 Samuel 17: 37). Así sucedió; David venció a Goliat como lo había declarado (vr. 50, 51)
D. ELIAS: “Vive Jehová dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra (1Reyes 17: 1). Así sucedió; la lluvia se detuvo por tres años y medio y la sequía fue tremenda (Santiago 5: 17)
E. ELÍSEO: “El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva (2 Reyes 4: 16). Así se cumplió; al año siguiente dio a luz un hijo como el profeta lo dijo (vr. 17).
“Comerán y sobrará” (2 Reyes 6: 43). Así se cumplió como lo profetizó Eliseo; todos comieron y les sobró (vr. 44).
“Oíd Palabra de Jehová: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seah de cebada un siclo, a la puerta de Samaria (2 Reyes 7: 1). Así se cumplió; al día siguiente conforme a la palabra del profeta  (vr. 16, 18)
¿Tiene poder la Palabra en la boca de los siervos de Dios?
Examinemos nuestro lenguaje y prestemos atención a lo que estamos confesando y declarando. Las palabras tienen poder (Génesis 1: 3, 9, 11, 12, 14, 15, 24; Mateo 21:18 – 21): para matar o dar vida, para bendecir o maldecir, para sanar o herir (Job 19: 2),para justificar o condenar (Mateo 12: 36, 37).
¡No al lenguaje negativo, no al lenguaje pesimista! ¡No al lenguaje de muerte, crisis, ruina y tragedia! (Números 13: 28-33; Juan 11: 39). Recuerda un día daremos cuenta el día del juicio de toda palabra ociosa (Mateo 12: 36, 37).
CONCLUSION: fe en la Palabra del Señor nuestro Dios y en la palabra de poder en la boca de sus siervos; como lo dijo el rey Josafat en una ocasión difícil: “Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados (2 Crónicas 20: 20). ¡La Palabra de Dios en nuestra boca es una bomba espiritual!
- Se cuenta la historia de una madre, que siempre que la llamaban era para darle noticias negativas y malas de su hijo. Ella respondía, confesaba y declaraba “No señor, mi hijo es un predicador”. Un día cualquiera, su hijo la llamó y le dijo “Mami te llama tu hijo Pedro y soy predicador”.
Lo que pensamos debe ser verdadero, bueno, amable; como lo enseñó el apóstol Pablo: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad (Filipenses 4: 8).
Y como dijo el profeta Ezequiel: “Profeticé (hablé), pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo (Ezequiel  37: 7, 10).

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