miércoles, 10 de abril de 2013

¿Quien soy yo? -- Devocional

“Yo soy el que soy, respondió Dios a Moisés. Y esto es lo que tienes que decirles a los israelitas: “Yo soy me ha enviado a ustedes.”
Éxodo 3:14 (NVI)
Dos cosas me han impactado con fuerza recientemente, y hay una tercera que escuché hoy, que también me preocupa; todas tienen relación con esta gran pregunta: ¿Quién soy Yo?, y ¿qué papel juego o jugamos todos, como miembros de la humanidad, en los acontecimientos mundiales, como las guerras, la violencia, las armas, la educación de los hijos, la cultura y el futuro?
1. En la clase de Inglés estamos leyendo un libro sobre el holocausto nazi y, como parte del taller y comprensión de la lectura, surgen muchas preguntas como: "Si llegase a declararse una tercera guerra o una nueva persecución a los judíos, ¿estarías dispuesto a arriesgar tu vida por ayudar a uno, a varios o a una familia entera y qué harías por ellos?, ¿estamos preparados?, y ¿cómo nos afectaría el hecho de que estallara otro conflicto a nivel mundial? Si sucedió una vez, ¿podría volver a suceder?, ¿cómo respondería el mundo?, y ¿qué relación tiene todo esto con la llegada del anticristo y de la segunda venida de Cristo?"
 2. Vi, creo, en tres ocasiones la película "Avatar", y esta última vez tuve una visión diferente de ella. Me pareció que tenía muchas similitudes con la vida espiritual, al menos de la forma como se describe en La Biblia. Cuando Dios respondió a Moisés “Yo soy el que soy”, estaba refiriéndose a sí mismo como el inmortal, el inmutable, el que no cambia, que es el mismo ayer, hoy y siempre; sin embargo, nosotros sus hijos sí cambiamos, sí nos transformamos por obra del Espíritu de Dios en nuestro interior; la Palabra de Dios habla de la unidad de todos sus hijos en el Espíritu, y de la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu, con sus hijos, con su creación, con la naturaleza y los animales; la Palabra de Dios habla de la importancia del amor y de la leyes espirituales.
En la película se habla de la vida con un gran respeto, y existe, en ella, una gran armonía entre el ser humano, la naturaleza y los animales, todos como partes de una gran cadena que es la vida; nos habla también del amor y la conexión que existe entre todas y cada una de las criaturas de la creación.
La Biblia nos habla de una nueva vida en el espíritu, una vida en abundancia, donde no habrá enfermedad, ni maldad y donde viviremos todos felices y en armonía con la naturaleza y los animales, como una gran familia, cuya prioridad es el bienestar del otro. 
El protagonista principal del film es un muchacho, paralitico en silla de ruedas, que se trasforma en un fornido muchacho cuando su otro cuerpo,– el avatar–, absorbe su cerebro, su mente y su corazón, y al final, el muchacho tiene que abandonar su cuerpo enfermo y débil, para ser transferido finalmente al cuerpo sano y casi perfecto. La Biblia nos habla de que un día nosotros también deberemos abandonar este cuerpo, con todos los problemas que tenga, para que sea transformado por el poder del Espíritu, sanado y restaurado al 100% o fusionado con el cuerpo espiritual.
Realmente, verla me hizo sentir bien, al imaginar un futuro como lo describe Dios en La Biblia, y  también imaginar las recompensas que Dios tiene para sus hijos, que nos animan a continuar en la carrera hasta el final y nos brindan esperanzas que van más allá de nuestro entendimiento.
3. Finalmente, hoy escuché una noticia preocupante sobre Corea del Norte, en conflicto con sus propios hermanos del Sur, sobre las amenazas que ha vertido de atacarles y también a los Estados Unidos, con quien no tiene buenas relaciones, porque están produciendo materiales que se usan en las bombas atómicas. Estados Unidos, por su parte, ya ha movilizado buques de guerra y otros, para defenderse de cualquier ataque, y el Secretario de Defensa manifestó que se toma muy en serio estas amenazas..
Todo esto sucede mientras nosotros nos ocupamos de nuestros asuntos personales, de rencillas, de peleas y desacuerdos, de enriquecernos y una cantidad de propósitos que para Dios son auténticos despropósitos, mientras que en realidad la amenaza está latente al estar el ser humano deshumanizado, ya que estamos acabando con el equilibrio de la naturaleza, violando las leyes naturales de vida y de convivencia.
Como consecuencia, me hago algunas preguntas, haciendo un stop y mirando alrededor a todo lo que pasa, que son: ¿Quién soy yo, realmente? Piensa en lo que has sido antes y después con Jesucristo, piensa en lo que serás en el futuro, incluyendo la Eternidad. ¿Estamos preparados para una confrontación mundial?, pues acabamos de pasar por una crisis mundial que afectó nuestra economía, causo recesión y afectó a cientos de millones de personas y miles de compañías, y ¿qué papel jugaríamos?, ¿seriamos víctimas u homicidas?
La segunda guerra mundial y el holocausto nazi fue una página cruel y sangrienta de la historia de la humanidad, que no debería volver a repetirse; las guerras no dejan sino miseria y destrucción y, aunque sucedan al otro lado del mundo, nos afectan generalmente en todos los aspectos de nuestra vida; somos una sola humanidad, tenemos familias, sufrimos y nos gozamos todos por las mismas razones, aunque hablemos diferentes lenguas, aunque seamos de diferentes colores, o razas; nadie escoge dónde nacer y quiénes van a ser sus padres y Dios no hace acepción de personas; para Él todos somos iguales, ¿por qué, entonces, hemos de ver al hermano como diferente, como si viniera de otro planeta?  Pero tampoco debemos descartar que en cualquier momento las fichas mundiales de este ajedrez cambien y estalle un conflicto, de tal magnitud que tengamos que arrepentirnos de no haber estado preparados. Recordemos que también Jesús nos lo advirtió y que La Biblia nos habla de todo esto y de lo que ha de venir.

¿Quién soy yo? Es una pregunta que va más allá de cuál es tu nombre, a qué te dedicas, de dónde eres, con quién vives, qué idioma hablas, de qué raza eres…. No bastará con decir: Pero Señor, en tu nombre hicimos…. Porque Él puede contestar… "De cierto te digo que no te conozco".  Trata de verte a ti mismo quitándote todos estos vestidos, máscaras o adornos y mira en tu interior, qué hay? Eso es lo que importa; imagínate en otros escenarios, haciendo otras cosas diferentes a las que haces. ¿Cómo te ves? Trasládate 5 ó 10 años más adelante. De verdad que es interesante lo que puede resultar y te deseo que te redescubras a ti mismo.

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