Cuando hemos recorrido ya más de la mitad del camino es cuando más duro se nos hace, cuando el agotamiento comienza a hacerse presente y nos pone en un gran dilema, sobre tomar la decisión de continuar o desistir y regresar a donde comenzamos.
Recuerdo que hace unos días iba a un lugar donde es difícil encontrar lugar de aparcamiento. Dejé mi coche en otra parte y decidí ir caminando con el fin de no tener problemas, pero cuando iba casi por la mitad del camino comencé a arrepentirme, no sabía si regresar o continuar caminando, el sol me daba con toda su fuerza y el camino ya se me había hecho muy largo; lo que al principio había sido una buena decisión, al verme caminando tanto me parecía todo lo contrario, ¡estaba arrepentido de haber hecho eso!
Hoy me acordé y comparaba esa anécdota con las cosas que suceden cuando hemos comenzado algo, ya sea decisiones, planes, proyectos o propósitos; recordé cómo al decidirnos nos parecen tan sencillos y al ir ya avanzados en el camino, comenzamos a ver las dificultades, las situaciones que se nos presentan, o simplemente nos desesperamos por ver que estamos tardando, y queremos terminar con todo, aunque ya llevemos una gran parte del camino recorrido.
Tener en cuenta los obstáculos y situaciones complicadas con las que nos encontramos, no es más que darle importancia a todos esos impedimentos que nos hacen mas difícil el camino; cuando nuestra atención se desvía hacia ellos en lugar de hacia la meta, todo se nos hace difícil y el camino muy largo, y lo que comenzamos con entusiasmo y fe nos parece un error, algo muy lejano de alcanzar.
En tu camino puedes encontrarte con muchas dificultades a tu paso, cosas que querrán detenerte y terminar con lo que ya has avanzado; casi siempre a medio camino es cuando las fuerzas comienzan a faltar, cuando el cansancio se hace presente, pero también es una muestra de que si has podido llegar hasta donde estás, es porque tuviste la capacidad para hacerlo y también la tendrás para llegar hasta el final.
No dejes cosas inconclusas, no te quedes a medias pensando que ya no puedes, lo que un día te decidiste a comenzar termínalo, recorre el camino completo, la meta sigue estando ahí, esperando que llegues a disfrutar de tu recompensa. Todos comenzamos cosas, pero muy pocos son los valientes y esforzados que continúan hasta lograr llegar al fin.
No permitas que tus obstáculos presentes pongan fin a tu camino; las decisiones y cosas que comenzaste siguen siendo las mismas, sigue habiendo la misma distancia, no se han mudado más lejos, lo que te hace ver las cosas así son el cansancio y la falta de motivación. Toma un respiro y piensa: ¿vas a rendirte ahora después de tanto tiempo y esfuerzo que has invertido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario