“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”
Juan 15:16 (Reina-Valera 1960)
Es increíble pensar que Dios fue quien me eligió, es maravilloso pensar en que también te eligió a ti.¿Quiénes éramos?, es de suponer que no éramos importantes, sin embargo Él vio algo bueno en nosotros, porque nos vio con ojos de amor, con planes de futuro, vio en nosotros esa capacidad de amarle y servirle, y entonces nos eligió.
Puede que te hayas sentido inservible, quizá hayas pensado que no eres bueno para algo, sin embargo eres más que eso, eres UN ELEGIDO DE DIOS, Él mismo te eligió, Él te buscó y trazó un plan maravilloso para que lo encontraras con Él, planeó ese día especial en el que tu corazón se iba a decidir por Él, porque Él te había elegido para algo especial.
Tú eres un hijo o hija de Dios, y eso es mucho; nunca te creas poca cosa, nunca creas que no vales nada porque vales mucho, vales la sangre de Cristo, ese fue el precio que pagó para redimirte.
No permitas que el enemigo introduzca en tu mente pensamientos de menosprecio hacia ti mismo, no escuches su voz que lo único que quiere es hacerte creer que no eres perdonado o que no mereces ser hijo o hija de Dios, porque para Dios sí eres importante.
Aunque te cueste trabajo comprenderlo, tienes que saber que para Dios eres importante y especial, tan especial que cada día busca la manera de recordártelo y hoy lo quiere hacer a través de estas líneas: TÚ ERES ESPECIAL PARA DIOS, ÉL TE ELIGIÓ PERSONALMENTE.
Alza tu rostro y deja de mirar hacia el suelo, tienes que ver que cerca de ti está alguien que te ama, alguien para el cual eres su especial tesoro, alguien que te eligió para algo especial; cree firmemente que Dios cumplirá su propósito en ti, porque si te llamó y si te eligió personalmente, es porque cumplirá un plan perfecto en ti.
Dios nunca deja obras inconclusas y Él te eligió para algo especial, sonríe al sentirte dichoso por tan gran privilegio, sonríe al pensar que Dios mismo te eligió y que cumplirá en ti el plan que tiene diseñado para tu vida.
¡Adelante! ¡No te des por vencido! ¡Dios no ha terminado contigo! ¡Levanta tu cabeza y pon tu vista al cielo porque de allí viene tu respuesta! ¡Dios te eligió y el que te eligió cumplirá su plan en ti!
No hay comentarios:
Publicar un comentario