Si crees que se puede hacer en cualquier momento, no lo harás en ningún momento.
Mañana es el día más ocupado de la semana. Don Marquis
Muchas personas quieren y desean muchas cosas pero no se ponen en acción. Dicen: hoy no, mañana. La realidad es que el mañana no llega nunca. La postergación es un asesino de sueños. Mucho de lo que ahora no tienes se debe a que tú mismo has postergado tus sueños, esperando que las circunstancias cambiasen. Mientras sigas esperando que la situación cambie sin tomar la acción, estás desperdiciando tu vida, tus talentos y enterrando tus sueños.
Si quieres que el mañana llegue, debes ponerte hoy en acción, y son recomendables cuatro cosas que debes hacer:
- Asegúrate de que tu sueño sea tu sueño. Si puedes verlo claramente, puedes lograrlo. No se trata de tener un sueño por tenerlo, se trata del propósito para el cual fuiste formado. Se trata de poder articular una visión hasta convertirla en realidad, no importando el sacrificio que se tenga que pagar. ¿Es mi sueño? ¿Estoy dispuesto a pagar el precio? ¿En qué o quién me voy a convertir?
- Ten intención de realizar tus sueños y establece una estrategia para llegar a ellos. Tienes que definir las actividades que debes hacer y también las que debes dejar de hacer. Saber cuáles son tus pasos, reduce el miedo, la ansiedad y la incertidumbre ¿Lo qué estoy haciendo me acerca a mis sueños? ¿De qué debo tener cuidado? ¿Qué debo mejorar? ¿Cuáles van a ser mis prioridades?
- Ten confianza en ti mismo. Dios ya ha confiado en ti dándote talentos y habilidades únicas para el logro de tus sueños. Es momento de que te dejes de comparar con otros, esa competencia con otros lo que hace es frustrarte, daña tu autoestima. Trata de competir contigo mismo y a los demás trátales como seres diferentes a ti, ya que ellos también tienen sueños para dar al mundo. ¿Cómo es mi confianza? ¿Me estoy comparando conmigo mismo o con otros? ¿Cómo aumento mi confianza?
- Ten una persona para rendirle cuentas de tus actos. La mayor razón por la que no tenemos personas a las cuales rendir cuentas, es que tenemos miedo de que nos exijan, tenemos miedo de mostrar nuestros defectos. Tenemos miedo a quedar mal con otros, pero el mayor miedo es no asumir la responsabilidad de nuestros sueños. Es más fácil culpar a otros o a las circunstancias, o excusarnos en nuestras carencias o debilidades, que asumir la responsabilidad de lo que anhelamos. Necesitamos una persona a la cual rendir cuenta de nuestros sueños. ¿A quién le rindo cuentas? ¿Necesitaré un adiestrador o un mentor? ¿Cómo voy a saber si mis actos van a dar los resultados que busco?
Lograr los sueños no es nada fácil, de hecho todos los sueños se han logrado en base al esfuerzo y al sacrificio de aquellos que dijeron "no voy a esperar a mañana, hoy voy a comenzar a construir mi sueño". ¿Estás dispuesto? ¿Cuándo vas a comenzar?
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