miércoles, 24 de abril de 2013

Ángeles Corporativos - Reflexiones

Priscilla Blum carreteaba (se desplazaba) en su avión de una plaza por el aeropuerto de Westchester County, Nueva.York, cuando observó a los jets de compañías  corporativas (redes), despegar y aterrizar casi vacíos.
Se le ocurrió una idea. Blum, que había tenido cáncer de mama años antes, sabía lo costoso y trabajoso que era el transporte para los enfermos de cáncer, que tenían que viajar por el tratamiento especializado. “Pensó: ¿no sería maravilloso si pudiésemos llenar algunos de esos asientos vacíos?”, recuerda.
Aquello fue hace dieciocho años. Hoy día, la Red Corporativa Angélica transporta pacientes con cáncer, sin coste alguno, por todos los Estados Unidos. El grupo tiene acceso a unos 1500 jets de más de 500 compañías. Si el itinerario de un jet participante coincide con el del paciente, se hacen los arreglos de vuelo.
Casey Chapley tenía diez meses de edad cuando le fue diagnosticada una forma rara de cáncer en el ojo. Sus padres, Keith y Belinda, decidieron someter a Casey a un tratamiento experimental, no basado en radiación, en Filadelphia, a 300 millas de su hogar, cercano a Pittsburgh.
Para ser su primer vuelo comercial, tuvieron que navegar por un abarrotado aeropuerto, una bulliciosa cabina de avión, luego el reclamo de equipaje, además de las condiciones demandantes de cualquier bebé, cuanto más uno que lucha contra el cáncer. Gastaron 750 dólares en billetes de avión. Y se requerían tratamientos mensuales.
Descubrieron la Red Corporativa Angélica. Ahora Casey, su mamá y papá pueden sentarse junto a ejecutivos de la Corporación Financiera Mellon, viajando entre oficinas en Pittsburgh y Filadelphia. La agradecida madre, Belinda, dice: “Podemos concentrarnos mejor en la mejoría de nuestra hija, en vez de preocuparnos de cómo vamos a llegar a la oficina del médico. Viajamos con más tranquilidad”.
Ahora, con 75 años, Blum todavía sirve como voluntaria en las oficinas principales de Corporativa Angélica una vez a la semana.

Algunas personas, que son como ángeles, cuando piensan en los demás, extienden su mano a los demás y caminan con los demás. Todos los días, cada uno de nosotros tiene la oportunidad de ser como un ángel para alguien que puede estar pasando un momento difícil. Seamos hoy una extensión del corazón y la mano de Dios. Recuerda, hay milagros en tus manos.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. Sal 91:11
Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Mateo 18:10

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