Cuando te detengas a pensar en todos los complejos detalles del funcionamiento normal de tu cuerpo, una de las creaciones de entre las innumerables especies y organismos del planeta, tendrás que llegar a la siguiente conclusión: El Diseñador de esta obra, con certeza tenía un maravilloso plan.
Escucha el latido de tu corazón. Dobla los dedos de tus manos y de tus pies. Al hacerlo piensa que:
• en toda la humanidad no hay otra persona con las mismas huellas dactilares, de las manos o los pies,
• ninguna otra persona tiene tu timbre de voz,
• nadie más tiene tu código genético, la posición exacta de los muchos genes que definen tus características físicas.
• ninguna otra persona tiene tu timbre de voz,
• nadie más tiene tu código genético, la posición exacta de los muchos genes que definen tus características físicas.
El Señor conoce con precisión, cómo y por qué, fuiste creado. Si en tu vida algo anda mal, Él sabe como arreglarlo. Cuando pecas o no cumples sus mandamientos, Él sabe cómo atraerte con lazos de amor y hacer que la peor de las tragedias y errores obren para tu bien, una vez que te hayas arrepentido.
Has sido creado con exclusividad para un propósito específico en esta tierra. Él tiene un diseño para tu vida y lleva implícita su propia estampa, su propia marca. Durante estas horas de la noche, toma la firme decisión de ser fiel a lo que el Señor desea que seas y hagas.
Salmos 139:14
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
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