Sin embargo, este hombre se acercó a mi esposa y a mí y nos preguntó si necesitábamos una sábana o almohada.
Ese hospital le permitía a la gente “acampar”, literalmente, en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos y, ya que éramos totalmente novatos en la materia, no estábamos al tanto de ciertos detalles. Este hombre, quien todavía llevaba una enorme carga, se estiró y puso su fe en acción aún en medio de su propia desesperación familiar.
Dios me mostró, a través del simple acto de bondad de este hombre, que Él se basta para sacarnos adelante de cualquier situación. Mi hijo sobrevivió y enterramos a nuestra nietecita de un año.
En medio de todo eso, vi a Dios manifestarse y ofrecernos esperanza aún en nuestra hora más oscura. Este simple acto de bondad me demostró que Dios puede obrar a través nuestro, aunque nuestras cargas nos tengan arrastrados por el suelo por su pesar.
Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos. Ruth 3:10
Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? 2 Samuel 9:1
Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros. Romanos 15:14
No hay comentarios:
Publicar un comentario