lunes, 28 de enero de 2013

No pierdas la compasión… - Reflexiones

Una buena amiga mía, llamada Cristina, tiene un don sorprendente. Y creo que mucha gente se olvida de que lo tiene: el don de la compasión. ¿Por qué lo llamo un don? Porque ella se lo da a otros.
Verán, Cristina alberga gatitos sin hogar. Ella sale a rescatar gatitos en el bosque. Les cuida, se asegura de que estén saludables y les encuentra buenos hogares.
Una gatita muy especial llegó recientemente a su vida. Su nombre es Savannah. Cuando Cristina halló a Savannah, no estaba en buenas condiciones. Estaba sucia, temerosa y enferma. Como con todos los nuevos gatitos, Cristina la llevó a su casa, la limpió y alimentó. Una vez que alcanzan más o menos el kilogramo de peso, les lleva al veterinario en donde son examinados y vacunados. Recuerdo bien aquel día. Cristina me había llamado con tristeza, cuando descubrió que Savannah había dado resultado positivo en FIV. Es una enfermedad exclusiva para los felinos, similar al SIDA.
No viéndose mejor que el día en que Cristina la halló, Savannah había dejado de comer y comenzó a perder mucho peso. Se le podían ver los huesos a través de su delgada piel. Finalmente, dejó de caminar y comer del todo. Muchos considerarían esta una batalla perdida. Cristina invertía noches enteras teniendo a Savannah en sus brazos, intentando conseguir que se sintiera mejor. Con todo ello, Cristina misma se sentía peor. Ella lloraba, preocupada por Savannah. La idea de que Savannah perdiera su vida despedazaba a Cristina.
refle-compasion22aMuchos en el mundo ven en el FIV una sentencia de muerte. No se espera que los gatitos con FIV sobrevivan y los que lo hacen suelen, necesitan un cuidado especial. Debido a que el FIV es fácil de contagiar cuando los gatitos juegan, Savannah tenía que ser mantenida separada de los demás gatitos. Cristina era la única amiga que había llegado a conocer.
Cristina, aunque triste y dolida, nunca se rindió. Se había levantado temprano una mañana y comenzó a buscar información en Internet. Tras un rato buscando, encontró algo de esperanza para Savannah. Con un medicamento especial y muchos cuidados, descubrió que Savannah podría tener una oportunidad de mejorar y vivir una vida saludable. Cristina hizo muchas llamadas, intentando obtener la medicina, sin importarle el coste. Finalmente, pudo hallar un albergue sanitario que le diese la medicina sin coste alguno. Comenzó a dársela a Savannah y a introducirle fluidos con una aguja hipodérmica.
En poco tiempo, Savannah comenzó a ganar peso y a caminar de nuevo. No pasó mucho tiempo antes de que se levantara y jugase. Una noche, Cristina trajo a mi casa a Savannah a jugar. Nunca olvidaré la mirada en los ojos de Cristina, y la sensación de jugar con una gatita que muchos habían dado por muerta. Esta fue una experiencia realmente conmovedora.
Savannah acaba de ser examinada nuevamente. Esta vez el examen resultó negativo en FIV. En muchos casos, las madres pueden pasarle a sus gatitos esta enfermedad y, en algunos casos, los gatitos pueden librarse del mal con el tiempo. Savannah era ahora una gatita juguetona y saludable, con una vida para disfrutar que tal vez nunca hubiera conocido.
No hay duda en mi mente de que Savannah tendrá una mejor vida debido a Cristina. También sé que Cristina misma tendrá una vida mejor debido a Savannah. He leído muchas historias bonitas, pero ésta, la que acabo de relatarles, quedará conmigo para siempre. Me recuerda que "el amor y la compasión hacen la diferencia", y que nunca nos rindamos cuando creamos en alguien o en algo.
Hoy Savannah estará yendo al veterinario para sus exámenes rutinarios. En una semana o dos estará lista para la adopción, esperamos, por una familia a la que pueda impactar con amor y compasión.
Dan Malone
Cuando perdemos la compasión
 dejamos de parecernos a Dios, 
porque Dios es compasivo con su pueblo cada mañana.

Porque Él dice a Moisés: TENDRÉ MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERICORDIA, Y TENDRÉ COMPASIÓN DEL QUE YO TENGA COMPASIÓN. Romanos 9:15.
Y el Señor le respondió:Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi nombre. Y verás que tengo clemencia de quien quiero tenerla, y soy compasivo con quien quiero serlo. Éxodo 33:9.

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