sábado, 19 de enero de 2013

Momentos - Mensaje

Hoy estaba en la playa con una amiga y observaba a unos surfistas, que intentaban atrapar las mejores olas para desplegar todo su talento sobre la tabla. Se acercaban a la orilla y cuando veían que venía una buena ola, corrían para atraparla y disfrutarla. Entre ellos se daban ánimos y se hacían bromas. Todos estaban pendientes de no perder el momento preciso en que debían entrar al mar.
Me hizo pensar en que muchas veces en nuestra vida aparece ese “momento preciso” y no lo percibimos, o tal vez sí, pero lo ignoramos o el temor nos hace no querer arriesgarnos. Lo cierto es que ese momento es real, existe, y cuando lo descubrimos estamos frente a puertas abiertas para ir hacia lo que queremos. Ese “momento” puede ser un instante, pero también puede ser una época en la vida. Por ejemplo, puede ser el momento de formar una familia, de estudiar una profesión, de cumplir un sueño, de conversar con alguien, de pedir perdón, de viajar, de emprender un nuevo negocio, etc. Y estos momentos son percibidos por nosotros como oportunidades, como desafíos nuevos que podemos o no estar dispuestos a afrontar.
Parte de esta etapa tiene mucho que ver con el crecimiento que experimentamos, no tan sólo físico, sino también emocional y espiritual, porque en la medida que vayamos conociéndonos y logrando cierto equilibrio, vamos queriendo y necesitando distintas cosas, identificando en qué “momento” de la vida estamos para acercar a nosotros aquello que nos guíe a conseguirlo; esto también nos ayuda a cuidarnos y a alejarnos de aquello que no buscamos, que no deseamos para nuestra vida o que no tiene que ver con el “momento” que estamos viviendo.
Diariamente vemos vidas destruirse, matrimonios disolverse porque no han logrado identificar el momento en el que están. Muchas veces anticipan los hijos cuando están en el momento de conocerse y afianzarse como pareja, y no en el de hacerse cargo de las labores de crianza, por ejemplo.
Pero hay alguien que entendió y supo absolutamente cuál era el momento en el que estaba, este es Jesús. A la perfección, leyó los contextos en los que estaba y supo exactamente en qué etapa de su vida estaba. Jesús no empezó su ministerio (oficialmente) hasta los 30 años; Él entendió que a los 15 años no era el momento de reunir a la multitud y hablarles a través de parábolas, tampoco a los 20 podía estar multiplicando panes y peces…Él identificó cada momento de Su vida y lo aprovechó para bien. Vivió pocos años, muchos menos fueron los de su ministerio oficial; sin embargo, logró hacer más de lo que tú y yo podemos hacer durante toda nuestra vida. Jesús entendió de "momentos" y Él respetó los momentos de sus discípulos; por algo los fue a buscar cuando eran de determinada edad, y no antes ni después.

Tal vez tú aún no sepas en qué momento de tu vida estás, pero Dios sí lo sabe. Si aún no recibes aquello por lo que oras con insistencia e intensidad no es que Dios haya dejado de escucharte, es sólo que aún no es el momento. Cualquier cosa que NO esté pasando en tu vida no quiere decir que NUNCA pasará, sólo que no todavía… Espera el MOMENTO preciso y verás con tus ojos lo que ya ha visto tu corazón.

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