lunes, 12 de noviembre de 2012

Saber lo bueno y no hacerlo - Reflexiones y Devocionales

Casi siempre somos conscientes de lo bueno y de lo malo; es muy difícil que llevemos a cabo algo si no estamos seguros de si es bueno o malo porque por lo general todos sabemos qué cosas agradan a Dios y cuáles no.
Partiendo de lo anteriormente dicho, podemos añadir que en MUCHAS ocasiones sabemos que tenemos que hacer lo bueno pero terminamos haciendo lo malo. La Biblia habla de esto: “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” Santiago 4:17 (Reina-Valera 1960). En otra versión lo dice de esta manera: “Recuerden que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlo.” Santiago 4:17 (Nueva Traducción Viviente). Más claro imposible.
La mayoría de nosotros cometemos el pecado de saber lo que se debe hacer o lo que es bueno y no hacerlo. Seguro que el 99.9% de las personas han cometido ese pecado en algún momento de su vida. Es que hay una gran diferencia entre saber y hacer. La mayoría somos excelentes para la teoría, pero malísimos para la práctica.
Ahora bien, ¿Qué es lo que sabes que tienes que hacer y no lo estás haciendo?, ¿Qué es eso que Dios ha estado recordándote los últimos días que debes hacer y simplemente has hecho oídos sordos?
Cuando Dios nos está insistiendo sobre algo que tenemos que hacer, ¡debemos hacerlo!, porque Él no se cansará de recordárnoslo por todos los medios. Quizá una alabanza hablara sobre lo que tienes que hacer, quizá escucharas una predicación que te lo dice claramente, quizá oyeras o escuchasras alguna experiencia de alguien que te recuerda qué es lo que tienes que hacer, o mediante cualquier medio Dios quiera enviarte un recordatorio; sin embargo, la mayoría de nosotros somos sordos y ciegos a sus llamadas de atención y a sus instrucciones. A veces no obedecemos hasta que vemos que estamos contra la espada y la pared o hasta que ya estamos metidos en grandes problemas.
Deja a un lado tu voluntad, tus sentimientos, lo que quisieras humanamente hacer, y comienza a obedecer la voz de Dios, su Palabra escrita. Y aunque en la práctica se te haga muy difícil, es de hombres y mujeres de Dios intentarlo.
Nadie dijo que hacer lo bueno sea fácil, pero tampoco es imposible; para ello necesitamos valor, determinación y sobre todo estar cerca de Dios para hacer su voluntad y no la nuestra.
¿Qué es lo que Dios te ha estado diciendo que tienes que hacer? ¿Qué estás esperando para hacerlo? ¿Cuántas confirmaciones necesitas? ¿Qué tiene que pasar para que comprendas que necesitas hacer lo bueno? ¡Ve y hazlo!

¡DIOS SONREIRÁ AL VER QUE TE DECIDES POR HACER LO BUENO!

“Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.” 

1 Pedro 2:21 (Nueva Traducción Viviente)

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