viernes, 24 de agosto de 2012

Fortaleza - Reflexiones - Hoy… Me Rodeará Su Fortaleza

¿Nunca has pensado que cuando te hallaste en medio de la tormenta, gritando en voz alta, llorando, nadie te ayudó? Gritaste, gritaste alto y todos pensaron que mentías.
De repente te levantaste y retomaste la fortaleza con fe renovada, peleaste hasta el final. De repente ganaste, simplemente en ese momento. Has ganado, lo creas o no.
¿Has pensado alguna vez de dónde vino la fortaleza? Reside dentro de nosotros desde el comienzo hasta el final. Sólo si confiamos en el valor que tenemos podemos solucionar todos nuestros problemas dentro de nosotros mismos. Si no podemos, ¿cómo podrán otros?
Sólo nosotros conocemos nuestros deseos y sólo nosotros sabemos nuestros planes. Así que no busquemos fuera, tan sólo bien dentro. Obtendremos todas las respuestas si tan sólo escuchamos en quietud.
Los problemas nunca cesarán. ¿Cuántas veces tocaremos la puerta afuera? ¿Cuántas veces estará la gente a nuestro lado? Dejémoslo aquí y así; pelea por ti mismo con toda tus fuerzas.
Ganarás porque posees la fortaleza, y aunque no la tengas no te arrepentirás de intentarlo.
Creo que este parágrafo lo dice todo: hace una pregunta y presenta la respuesta. Se trata de creer en nuestras propias capacidades en lugar de buscar en otro las respuestas.
Ankeeta Sausan
Pero por encima de todo, nunca olvidemos que la fuente de esa fuerza que está dentro de nosotros, es Dios. Él es nuestra fortaleza. Cuando crees que no puedes, míralo a Él y entonces verás como esa fortaleza crece dentro de tu corazón.
El Señor es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. Éxodo 15:2
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. 2 Sam 22:3
Te amo, oh Señor, fortaleza mía. Salmo 18:1

Hierro y metal tu calzado, y como tus días tu fortaleza. Deuteronomio 33:25.
Dos cosas son concedidas al peregrino: el calzado y la fortaleza.
El calzado es necesario para viajar por los caminos malos, y debemos pisar mortales enemigos.
No caminaremos descalzos; esto no estaría acorde con príncipes de sangre real.
Nuestro calzado no será de un material cualquiera; tendrá suelas de metal duro que no se gastarán aunque el viaje sea largo y penoso.
Estaremos protegidos en la medida de las necesidades del camino y del combate.
Por lo tanto, caminaremos intrépidos, sin temor alguno, aunque tengamos que pisar serpientes y dragones.
Nuestra fortaleza será tan duradera como los días de nuestra vida y estará en proporción con el trabajo y la carga que llevemos.
Las palabras son cortas pero el significado es completo. Si en este día nos sobreviene una prueba penosa o un trabajo que requiere toda nuestra energía, también se nos concederá una fortaleza adecuada.
Esta promesa, hecha a Aser, también ha sido hecha a todos aquellos que tienen fe para apropiársela.
Tengamos esa santa osadía que la promesa de Dios está destinada a producir en el corazón del creyente.
Hoy su fortaleza será vista en gran despliegue.
Señor, Gracias. Tú me preparas para el camino duro y me prometes tu fuerza en este día. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario