El mayor obstáculo al éxito para algunas personas es el temor al fracaso. El fracaso es sólo un evento negativo cuando le permitimos convertirse en un obstáculo a nuestro éxito.
Hace un año comprendí el concepto de fracaso cuando decidí explorar un enfoque nuevo y diferente en mi negocio. Mi primer intento falló estrepitosamente. El segundo fue ligeramente mejor pero seguí sin obtener el resultado deseado. Estos intentos, junto a los constantes ajustes en el proceso me mostraron una nueva manera de ver al fracaso como nunca había notado en mis fracasos anteriores.
Esto es lo que descubrí en el proceso: el fracasar era un proceso natural para poder recoger datos y conocimiento para poder intentarlo de nuevo. La calidad y cantidad de esos datos y conocimiento estaba ligada a mi éxito. Entre más rápido yo estaba dispuesto a acumular los datos/conocimiento, más rápido podría eliminar los callejones sin salida y crear los resultados que buscaba. Para mí, la manera más rápida de aumentar mi ciclo del éxito era eliminar el temor al evaluar mis errores y realizar una nueva acción totalmente nueva.
No temamos intentar cosas nuevas en nuestras vidas personal y profesional; entre más fracasemos, más rápido aprendemos y crecemos. La palabra fracaso conjura energía negativa, conceptos e imágenes para algunos. Digamos que intentamos algo y que los resultados no fueron favorables. En vez de rendirnos, usemos esta oportunidad para evaluar la experiencia. Este es el tiempo para dar un paso atrás y observar, ajustar, planear y tomar acción de nuevo. Y es la manera más fácil de mirar al temor en los ojos; eso es lo que se requiere para aumentar nuestro índice de éxito.
También necesitamos estar al tanto de cómo nuestros egos pudieran entrometerse en aquello del temor al fracaso. ¿Está nuestro temor al fracaso ligado a nuestro estatus, finanzas o posición? Y ¿estaremos más preocupados con aquello que los demás puedan pensar?
La vida misma está basada en los fracasos. No estaríamos aquí ni seríamos quienes somos si no fuese por nuestras propias experiencias y equivocaciones.
Así que fracasemos hacia adelante. Es la manera más rápida de acortar nuestro ciclo del éxito.
Cherri Walston
La autora de este pensamiento acierta en el blanco en cuanto a su perspectiva del fracaso y el temor que todos le tenemos. Se da cuenta, y aprovecha para compartírnoslo, que el fracaso en sí puede convertirse, si así se lo permitimos, en un escalón hacia el éxito. Lo interesante es que afirma también que entre más rápido fracasamos más rápido pudiésemos estar acercándonos al éxito.
Recuerdo las palabras de un antiguo jefe que al contemplar un proyecto que sentía que no iba a prosperar, nos solicitaba que lo “acelerásemos hacia el fracaso”, para salir de aquello de una vez por todas. Resulta obvio que la clave está en nuestra disposición a aprender de cada fracaso… como se le atribuye al inventor Tomás Alva Edison tras haber fracasado con más de 900 versiones de la bombilla eléctrica: “ya sé 900 maneras en que no va a funcionar”. Tal vez nos falte la visión y la fortaleza para seguir intentándolo.
Crecimiento Personal » ¿Miedo al éxito o al fracaso?
¿Tiene usted miedo al éxito o al fracaso? ¿Se ha preguntado alguna vez por qué no logra lo que se propone?, Seguro que se lo ha preguntado y lo más seguro es que no vuelva a intentar lo propuesto.
Definamos miedo al éxito: Temor a terminar con alguna dependencia hacia algo o hacia alguien. La palabra éxito está asociada a salir, lograr, terminar y acabar con la dependencia de cualquier cosa. Por ejemplo muchos tienen miedo a salir de la pobreza, o tienen miedo a terminar una relación donde es abusada o maltratada por temor a quedarse sola. Sin embargo, otros muchos tienen miedo al futuro no llegando a dar los pasos que tienen que dar esperando que las condiciones estén perfectas. Esto último es lo que se definiría como miedo al fracaso.
¿Quién quiere fracasar? Seguramente nadie. Todos queremos tener éxito. A veces en la vida para tener éxito debemos darnos el permiso de fracasar. Del fracaso podemos sacar varias enseñanzas pero la primordial es esta: aprendemos como no hacerlo de esa forma.
Del éxito es más difícil obtener enseñanzas positivas.
Usted debe saber que el invento de la bombilla eléctrica se lo debemos a Thomas A. Edison, porque él nos “dio” la luz, él consiguió que tuviéramos luz en todas partes, que pudiéramos ver este mensaje por Internet … y porque en su vida no perdió ni un solo segundo para inventar la lámpara que nos proporciona iluminación artificial. Fracasó más de 1000 veces y él dijo “yo no he fracasado ni una sola vez, solamente ha sido un proyecto de más de 1000 pasos”.
Quiero ayudarle haciendo algunas preguntas: ¿Puede ver claramente qué es lo que impide que usted no logre lo que se propone?, ¿De verdad desea lograrlo?, ¿Puede imaginar cómo sería una vez logrado? ¿Qué haría si no tuviera miedo?
Es un tiempo para reflexionar y...¿cómo se sentiría una vez que logre sus metas o alcance sus sueños? Le toca a usted ver como sería su vida si alcanzara sus metas.
¿Sabía usted que una de las razones por las cuales no alcanzamos nuestros sueños es el sabotaje que nos hacemos nosotros mismos?
Debe saber que cuando Dios le creó, Él dijo: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza” Génesis 1:26 (NVI) Dios depositó en ti Su espíritu y ese espíritu es ganador.
Algunas personas dicen querer triunfar en la vida y tener éxito, pero al mismo tiempo vemos como sabotean sus propios proyectos de muchas maneras, por medio de la postergación, no tener tiempo o no tener los recursos, en fin se crean limites; los limites están en tu mente. Otras personas comienzan a dar los pasos y cuando las cosas no salen como ellos quieren, escuchamos la famosa frase: “lo importante es que lo intenté” y se quedan allí. El intentarlo no basta, necesitas cambiar tu actitud ante la vida, es tiempo de que te comprometas con tus sueños, que puedas generarlos.
Tienes todo lo que puedas necesitar: tienes a Dios, tienes la vida, tienes dones, talentos, experiencias, belleza y sobre todo las ganas de salir adelante, no te sabotees a ti mismo, no rechazes la oportunidad que tienes de aprender. El hecho de que fracases no significa que eres un fracasado. El fracaso no es tu identidad, tu verdadera identidad es que tú eres quien Dios dice que eres, eres creado por Dios para cosas grandes.
Te invito a soltar tus miedos: el miedo a crecer, el miedo a cambiar, el miedo a la inseguridad, el miedo a la soledad, el miedo a la envidia, el miedo al que dirán, el miedo a lograr, el miedo a perder, tantos miedos te han dejado paralizado. El aviso que hoy te hago es que puedas apropiarte de esta palabra:
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7 (LBLA)
Recuerda lo siguiente: nada ganas con lamentarte, nada ganas con quejarte, nada ganas con decir no soy capaz, no puedo, no tengo, pobrecito yo, la vida ha sido cruel conmigo, nadie me ama. Nada ganas con ser victima; nada absolutamente ganas con ese tipo de pensamiento derrotista. Cambia tus pensamientos, conviértelos en victoria, empieza por ver tus fortalezas y tus dones, tus habilidades, ¿Cuales son las experiencias que has tenido? ¿Cómo usaras esas experiencias para alcanzar tus sueños? ¿En qué eres bueno o buena?
Lo que Dios te ha dado es para que lo uses, para que vivas bien y puedas ayudar a otros a vivir la vida al máximo.
Señor, enséñanos a soltar los miedos y a ver todo lo que Tú puedes hacer en mi vida. Amén.
Señor, enséñanos a soltar los miedos y a ver todo lo que Tú puedes hacer en mi vida. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario