Porque nos cuesta creer que algo bueno puede salir de eso, nos cuesta creer que algo bueno vaya a pasar, nos cuesta creer que Dios puede hacer algo.
Nosotros, los seres humanos, independientemente de nuestra nacionalidad, tenemos un problema con la fe; nos cuesta creer las promesas de Dios, pero somos muy crédulos con las mentiras que el diablo trata de introducir en nuestra mente.
Por un lado se nos hace fácil creerle al enemigo cuando nos dice que somos unos derrotados, unos hipócritas, cuando comienza a predicarnos que no valemos nada y que Dios no está interesado en nuestros asuntos, pero se nos hace MUY DIFÍCIL creer lo que Dios ya ha prometido.
¿Por qué somos así?, ¿por qué nos cuesta creer lo que Dios nos ha prometido? La respuesta es sencilla: Nos cuesta creer porque analizamos todo bajo nuestra perspectiva humana y, al ver que no existe una soluciona humana posible, creemos que las cosas no mejorarán o que nada bueno se conseguirá.
¡Gracias a Dios Él no ve las cosas como nosotros las vemos!
Quizá para ti, hoy día, te parezca que no hay una posible solución a tu problema; lo has agrandado tanto que se ha vuelto un gigante difícil de vencer, ves hacia cualquier lado, analizas cualquier posible solución y por más que pienses y pienses, simplemente ¡no existe!
El hecho de haber analizado todo humanamente y llegar a la conclusión de que no existe una forma de salir de esa situación, te hace pensar y creer que de verdad NO EXISTE UNA SOLUCIÓN. Pero, ¿por qué no dejas que Dios analice todo en tu lugar?, ¿por qué no le cedes el lugar a Dios, para que sea Él quien decida si es posible o no?
Cuando Dios le dio la promesa a Abraham de que su descendencia sería como las arenas del mar o como las estrellas del cielo, Abraham era un anciano y su esposa Sara también, además de que Sara era estéril, es decir, no había posibilidades humanas que llegara a quedar embarazada.
Ellos pensaron primero en las formas humanas para una posible solución a ese problema y fue así como Sara decidió que su esclava Agar fuera el medio por el cual podría darle un hijo a Abraham.
Cuando nosotros decidimos actuar según nuestros planes o según como creemos que tienen que ser las cosas, y de esa manera queremos darle una “ayudadita” a Dios, corremos el riesgo de equivocarnos duramente. El hijo que Agar tuvo no era el hijo de la promesa, ellos trataron de solucionar el problema con ideas humanas, pero Dios tenía un promesa que cumplir y, a pesar de que todo apuntaba que el cumplimiento de esa promesa era imposible (los dos con avanzada edad y Sara estéril), Dios lo iba a hacer posible.
¿En qué le quieres ayudar a Dios?, ¿será que Dios necesita que le echemos “una manita” para que pueda cumplir sus promesas?
Hay momentos en la vida en donde no podemos “echarle una manita” a Dios, en donde nuestro trabajo sólo es CREER, solamente eso, no tienes por qué hacer mas, simplemente tu trabajo es CREER, deja que Dios haga lo demás, porque si metes tus manos posiblemente lo eches a perder; por eso a veces sólo tienes que CREER.
Es posible que muchos estén pasando por situaciones que, humanamente, hoy día, sean imposibles de solucionar. Situaciones que les hayan robado la paz, que hayan hecho de sus días un calvario, situaciones que no pueden sacar de sus mentes y que cada día sienten que les matan la fe.
Pues hoy quiero motivarte a que no dejes de CREER que lo que para ti parece perdido, Dios puede restaurarlo, lo que para ti parece oscuro, Dios lo puede colorear, lo que para ti es imposible, Dios puede convertirlo en posible. ¿Qué es lo único que Él te pide?: simplemente CREER.
Creer sin ver, es recompensado; creer sin ver es la esencia de la FE.
Dios no quiere que pierdas tu tiempo pensando en cómo actuará, en qué método usará o de qué forma lo hará, lo único que tienes que hacer es descansar en la promesa de que Él actuará en tu vida si tan sólo depositas tu confianza plena en Él.
No sabemos cómo será la forma de actuar de Él, porque un Dios creativo es difícil de predecir, lo que sí sabemos es que seguramente nos sorprenderá de una forma en la que ni siquiera pensamos que lo hará. Así es Él, así es nuestro Dios, así es tu Dios, simplemente CREE.
¡Si crees, Dios te sorprenderá!
“Del mismo modo, Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe”
Gálatas 3:6 (Nueva Traducción Viviente)
No hay comentarios:
Publicar un comentario